¿Tus hijos te hicieron preguntas ‘incómodas’ sobre sexo o sexualidad? Te decimos cómo responder asertivamente.
No es una sorpresa que cada generación sea distinta. Los centennials, también llamados generación Z, nacieron ya en la era de la conexión instantánea y las redes sociales. Por ello es que tienen tan a la mano la información, aunque a veces, esta no necesariamente es la mejor para ellos.
Es es importante crear un ambiente de confianza para poder platicar con tus peques libremente, sin que se sientan juzgados. Como papás debemos estar preparados para escuchar sus dudas y responderlas lo más adecuadamente posible.
Por qué es importante hablar de sexualidad con tus hijos
Tarde o temprano los hijos van a preguntar sobre el sexo y la sexualidad a los padres. A pesar de que es una charla inevitable, no hay nada de qué temer. Hablar de sexualidad y responder “preguntas incómodas” de nuestros hijos no es sólo abordar temas eróticos, ya que la sexualidad abarca muchos otros aspectos biológicos, psicológicos y sociales.
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“Somos seres sexuados y tener información nos hará personas más inteligentes sexualmente y podremos tomar mejores decisiones, así como cuidarnos mucho mejor”, explicó Karimme Reyes, sexóloga educativa de Platanomelón.
Hablar sobre sexualidad puede hacer que los niños se conozcan mejor y hablen con más libertad y claridad sobre sus gustos y preferencias, así como que aprendan a poner límites cuando algo no les gusta. Esto en el futuro desembocará en personas adultas con mejor autoestima y relaciones más sanas.
Cómo responder preguntas “incómodas” de los hijos sobre sexualidad (y cómo hablar en general de tema)
La educadora sexual Karimme Reyes propone estos consejos para guiarte asertivamente si deseas comenzar a hablar con tus hijos sobre sexualidad y sexo. ¡No tiene por qué ser una plática incómoda!
1. Cuanto antes, mejor
Aunque se crea que hay que esperar a la adolescencia, desde que los pequeños comienzan a hablar se les pueden enseñar cosas de acuerdo a su edad. Por ejemplo, cuando van descubriendo las partes del cuerpo hay que nombrarlas sin vergüenza y sin apodos como “pajarito”, etc.Nombrar a las cosas por su nombre (en este caso a las partes del cuerpo) ayudará a evitar confusiones, además de que abre una comunicación directa y en confianza.
En edad preescolar se puede hablar de las actividades que se hacen en público y las que se hacen en privado. Le puedes explicar a tu hijo que lo público es jugar con sus amigos y amigas, mientras que lo privado es explorar los genitales, ir al baño y todo lo que tenga que ver con su intimidad. Esto podría evitar en gran medida abusos sexuales.
En la etapa de la primaria se puede hablar de reproductividad, de menstruación, de placer y de anticonceptivos. Ya en la adolescencia deberían ya tener información clara sobre violencia, parejas, infecciones de transmisión sexual, anticonceptivos y el placer sin tabúes.
2. Sincérate
Hay cosas que no sabemos…y está bien no saberlas. De forma general, las personas no recibimos una educación sexual amplia, pero si acaso hay algo que no sepas y tu hijo te pregunta sobre ello, coméntale que no sabes, pero que pueden aprender juntos. De esta forma tu hijo aprenderá que no hay nada de qué avergonzarse en no saber algo y que siempre se puede aprender. Busquen juntos información confiable y de expertos, pregúntale su opinión y discutan los temas. Esto va a crear un lazo de confianza mutua porque, indirectamente, le estás enseñando que cuenta contigo.
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3. Responde de manera puntual
Lo mejor es contestar y explicar sin rodeos; entre más clara sea la información, será más fácil de comprender. Si te pregunta para qué es y para qué sirve el condón, sé precisa:
“Es un método anticonceptivo de barrera que se coloca en el pene para así evitar embarazo e infecciones de transmisión sexual. También hay condones para vagina, ¿buscamos unos videos para aprender la colocación?”.
No des rodeos. Si tus hijos ven que tomas el tema de forma natural, ellos aprenderán que el tema es natural…y lo es.
4. Sin juicios
A nadie le gusta sentirse juzgado. Si tu hijo o hija se acercaron a ti para preguntarte algo o tú te quieres acercar a ellos para hablar de algún tema ‘incómodo’, muéstrate con una mente abierta y evita criticar o hacer y transmitir prejuicios. Sé objetivo, eso aumentará la confianza, que es lo más importante. Tus hijos sabrán que pueden acudir a ti cuando lo necesiten sin importar qué tan “incómodo” o “vergonzoso” sea el tema.
5. Se vale pedir ayuda
Si crees que es necesario, ¡tú también puedes buscar apoyo! Existen muchas sexólogas y sexólogos en todas partes, quienes se dedican a resolver dudas y guiar sobre temas de educación sexual. Además, hay muchos talleres para peques y adolescentes, e incluso para madres y padres, y de esta manera todos adquieren la misma información.
Recuerda que al buscar información debes asegurarte que las fuentes sean, o de sitios oficiales o de personas especialistas en el tema. También pueden leer en conjunto el libro Entérate de Platanomelón.