Entérate de lo que el tuyo dice de ti...
La mujer y el cabello siempre han tenido una relación intensa y hasta... descabellada: desde la creencia de que el cavernícola tiraba de su pareja por el pelo (convirtiendo este en un primitivo medio de “transporte”) hasta la cabeza poblada de agresivas serpientes de la mitológica Medusa. ¿Recuerdas el caso de lady Godiva, quien, de acuerdo con la leyenda, paseó desnuda sobre un caballo para protestar por los altos impuestos de la corona inglesa, y su abundante melena fue su único accesorio? Tampoco podemos olvidar a la famosa Rapunzel, del cuento de los hermanos Grimm, quien dejaba caer su larga cabellera desde la torre donde estaba presa, para que el héroe subiera por ella (¿te imaginas los dolores de cabeza que debió sufrir la pobre?).
El pelo también ha sido utilizado para atacar el intelecto femenino, como en la famosa frase: “La mujer es un ser de cabellos largos e ideas cortas”. Esta, por cierto, va en contra de la filosofía de los indios navajos que habitan en los estados de Utah, Colorado, Nuevo México y Arizona. De acuerdo con sus antiguas creencias, los pensamientos se originan en la cabeza, emergen por el cabello y son parte del mismo; los nuevos pensamientos están cerca del cuero cabelludo, y los más antiguos, en la punta del pelo (¿serán las puntas partidas señal de locura?). O sea, que mientras más largo lo llevas, más ideas tienes en tu mente (lo que quiere decir que Kim Kardashian es un genio... ¿o será que las extensiones no cuentan?).
En fin, el cabello es tan importante, que algunos de los objetos más antiguos que los arqueólogos han hallado en sus excavaciones en China, India y la antigua Mesopotamia (hoy Iraq) son peines hechos de hueso, madera, cuernos, marfil y espinas de pescado.
Lo que quizás no te imaginas es que el pelo también ha sido objeto de muchos análisis y de estudios sicológicos, ya que la forma en que lo llevas revela ciertos rasgos interesantes de tu personalidad. Y eso no es todo: la manera como te gustaría llevarlo revela características secundarias que, por algún motivo, no has desarrollado del todo. Busca a continuación lo que tu cabello, tal como lo llevas hoy o como te gustaría llevarlo, revela de ti. ¡Te aseguramos que descubrirás sorpresas!
SI LLEVAS (O TE GUSTARÍA LLEVAR) EL CABELLO...
1. Largo y en capas, como Sofía Vergara y Jennifer Lopez: Derrochas sensualidad, pero que conste que no hablamos de sex appeal. Para ti, sensual no es sinónimo de sexual; es una forma de ver la vida a través de los sentidos. Te fascinan las texturas, los colores y los aromas; te gusta vivir cada experiencia a plenitud, disfrutando del momento presente por lo que es: único e irrepetible. Cuando ríes, lo haces con ganas; cuando lloras, te brotan grandes sollozos, y cuando te entregas, ya sea a un amor, a una causa, a una amistad o a un proyecto, lo haces de lleno, a veces incluso sin medir las consecuencias. Te rodea un aura de joie de vivre y atraes a los demás como la miel a las abejas.
2. Corto, estilo pixie, como Halle Berry: Eres una persona segura de ti misma, que expresas tus sentimientos de una manera directa y sin rodeos, lo que lleva a las almas más sensibles a pensar que en algunas ocasiones puedes ser “brutalmente franca”. Y es que no te gusta ocultar quién eres, de la misma forma que jamás esconderías tu rostro detrás de una cortina de pelo. Aunque eres de mente abierta, te guías por el sentido común; nadie podría acusarte de ingenua y mucho menos de crédula. Te gusta observar, analizar y llegar a tus propias conclusiones, aun si estas no son “políticamente correctas”. En el amor te gusta la igualdad y te atrae el hombre muy masculino y seguro de sí mismo.
3. Largo y liso, como Gwyneth Paltrow: Exudas un aire de sofisticación casi aristocrático. Los demás te consideran una líder natural y en realidad lo eres, aunque no de una manera agresiva ni demasiado evidente. Sabes expresarte y transmitir tus ideas con elegancia y elocuencia. La otra cara de la moneda es que puedes parecer distante o incluso muy encerrada en ti misma, lo cual algunos malinterpretan como una actitud “engreída”. Pero nada más lejos de la realidad. Esta apreciación quizás se debe a que eres selectiva con tus amistades y no eres propensa a las grandes demostraciones públicas de afecto. Te gusta que el hombre sea educado.
4. Con ondas o rizado, como Vanessa Hudgens y Scarlett Johansson: Derrochas energía y vitalidad. Te rodea un aura de chispeante energía y atraes a las personas que, como tú, disfrutan al llamar la atención. Tu curiosidad natural te lleva a explorar otras formas de ser y de ver la vida, pero siempre sabes regresar a tu “centro”. Te enriqueces de las experiencias vividas y te gusta llevar a otros por nuevos caminos. Esto, a veces, te hace parecer alocada o demasiado atrevida, pero tus valores morales son firmes, y por mucho que explores, casi nunca te pierdes. Eres amistosa y expresiva, y cuando amas, lo haces intensamente. Sí, has sufrido más de un desengaño amoroso y algunas personas hasta te llaman una “reina del drama”, pero tú procesas lo que sucedió, aprendes de ello y sigues adelante sin mirar atrás.
5. Corte mediano y lacio, como Jennifer Lawrence, Helen Mirren y Victoria Beckham: Si el largo de tu cabello no pasa de la línea de tu mandíbula, le presentas al mundo una imagen pulida y sofisticada. Y en efecto, así eres. Pero eso no es todo... Para comenzar, tienes un sentido del humor muy seco e irónico, lo cual te hace positivamente incomprensible para algunas personas. Aunque en el ámbito social te muestras cordial y amable, reservas tu afecto genuino para personas selectas, que han pasado por tu tamiz. La idea de ser popular no te obsesiona; por el contrario, prefieres volar por debajo del radar. A veces, para desconcertar a los demás, cometes un acto aparentemente fuera de “lo normal”, como teñirte el pelo de rosado a lo Helen Mirren.
6. Teñido estilo ombre (dos tonos), como Alexa Chung y Leighton Meester: Te gusta estar a la vanguardia en todo lo que haces. Eres artística, creativa e innovadora, y para ti no cuenta el qué dirán. No temes romper moldes y tus ídolos siempre han sido los rebeldes (incluso algunos sin causa) de la historia. Por otra parte, en el mismo instante en que una tendencia se populariza, tú la sueltas como la proverbial papa caliente, pues lo que más te aterra es ser considerada una más “del montón”. Algunos te acusan de tratar de llamar la atención, pero tú no tratas... la atraes con tu forma original de ser.
7. Flequillo, como Emma Stone: Eres sencilla, natural, amistosa y con un gran corazón. Las personas se sienten atraídas por tu calidez natural y tu falta total de pretensiones. No soportas las relaciones superficiales; a ti te gusta tomarte el tiempo para conocer a la gente a fondo, por eso todos notan que eres de las pocas personas que realmente saben escuchar. Cuando entregas tu amistad, lo haces de una manera incondicional y tus amigos saben que cuentan contigo.
8. Camaleónico, como Lady Gaga: Exótica, rara, estrafalaria y excéntrica. Esas son solo algunas de las palabras que algunos usan para definir el siempre cambiante estilo de Lady Gaga. ¿Otra? Lunática. Las personas que como la creadora de Applause (algo a lo que se insinúa está adicta) usan su cabeza como una galería de arte ambulante, muchas veces buscan eso, precisamente, el aplauso -o al menos la atención- de los demás. Esto no significa que no son genuinas en su necesidad de expresarse a través de su cabello o de su apariencia en general; pero sí quiere decir que les gusta romper moldes y acabar con los convencionalismos o, al menos, con las ideas preconcebidas de cómo deben ser las cosas. Algunos las llaman... descabelladas.