De acuerdo con Thomas C. Corley, autor de Cambia tus hábitos, cambia tu vida, el factor determinante que ayudó a una buena parte de los actuales millonarios autodidactas a construir sus fortunas es la adopción de “hábitos millonarios”. Se trata de una serie de prácticas que realizan de manera cotidiana y que, a la larga, les han ayudado a incrementar su resilencia y disciplina. Pero, ¿cuáles son y cómo ponermos en práctica?
Consejo millonario: adopta buenos hábitos
1. Cambia de mentalidad
Si piensas que el dinero es una fuente de problemas y, por ende, crees que es “malo”, tu relación con tus finanzas siempre será nociva. Por el contrario, si tu aproximación al dinero es neutra o positiva, los “problemas financieros” nunca van a convertirse en una fuente de estrés.
2. Lleva un registro de todo lo que gastas.
No es que te necesites un aumento de sueldo de emergencia, tu problema es que no sabes exactamente en qué estás gastando. Recuerda que cuando se trata de calcular tus gastos todo suma, por mas insignificante que parezca. Si no tomas conciencia y controlas esos pequeños gastos “hormiga”, nunca habrá sueldo que te alcance.
3. Blinda tu cerebro contra las “ofertas”
Todas hemos estado en la siguiente situación: estás en el súper y un anuncio te comunica que hay un 2x1 en tu marca preferida de shampoo. De inmediato tomas dos botellas… sólo para descubrir en la caja que tu total excede lo que pensabas gastar. Este es un excelente ejemplo de cómo la palabra “oferta” sabotea por completo tu capacidad de decidir analíticamente. ¿El resultado? Finanzas fuera de control.
4. El valor de las cosas no sólo es monetario
Cuando nos ofrecen algo gratis nuestra primera reacción es aceptar. Sin embargo, en la vida (y economía) nada es gratuito.
5. Dile sí a los gastos calculados
Lo primero que tendemos a hacer cuando estamos ahorrando, es negarnos a hacer gastos “innecesarios”. En esta categoría no solo entran las salidas al cine semanales, sino también los cursos, viajes, consultas con el nutriólogo o incluso las membresías del gimnasio. Sin embargo, en un plan de ahorro bien concebido, muchos de estos gastos sí que tienen cabida. ¿El secreto para saber si puedes permitírtelos? Calcula el valor que te aportarán.