La nicotina podría tener un efecto “protector” contra el nuevo
coronavirus, según investigadores franceses, que se disponen a lanzar varios ensayos con parches tras constatar la reducida proporción de fumadores entre los enfermos de
COVID-19 en el mundo. Varios estudios subrayaron esta circunstancia, confirmada ahora por un nuevo informe francés realizado entre 350 pacientes hospitalizados y 150 leves, que dieron positivo a las
pruebas diagnósticas de la enfermedad.
“Entre estos pacientes, solo 5% eran fumadores”, afirma a la
AFP el profesor de medicina interna
Zahir Amoura, responsable de este último estudio. Esta cifra equivale a un
“80% menos de fumadores entre los pacientes de coronavirus que entre la población general del mismo sexo y edad”, añade.
Realizan investigaciones sobre si la nicotina podría frenar al coronavirus
“La hipótesis” que explicaría este fenómeno “se basa en que la nicotina impide o retiene al coronavirus de fijarse en el receptor celular que este utiliza normalmente”, evitando por tanto que penetre en las células y se propague en el organismo, explica el doctor Jean-Pierre Changeux, del Instituto Pasteur.
Esto sería posible porque la nicotina se fijaría en el mismo receptor celular, según Changeux, neurobiólogo de reputación mundial y coautor de un artículo al respecto en la revista Comptes Rendus de Biologie de la Academia de Ciencias de Francia, de la que es miembro.
Pero aclaremos, esto NO quiere decir que fumar es otra medida preventiva contra el coronavirus.
De hecho, los especialistas alertan que el humo del cigarro altera los pulmones y son de sobras conocidos sus efectos nocivos para la salud, como cáncer o accidentes cardíacos.
Para comprobar o descartar su teoría, estos investigadores utilizarán parches de de nicotina (que son una forma de terapia de reemplazo para ayudar a las personas a dejar de fumar) en dosis diferentes en tres ensayos: uno preventivo para el personal sanitario para determinar su eventual rol protector y otros dos terapéuticos para tratar a pacientes hospitalizados y a los enfermos más graves en cuidados intensivos, según Amoura.