La razón por la cual NUNCA debes dormir alcoholizada

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No te emociones mucho con el hecho de copas gratis o grandes celebraciones




De acuerdo a un nuevo estudio presentado por la organización NIH y la Universidad de Michigan, consumir una cierta dosis de alcohol y después irte a dormir puede llevar a una reacción más que negativa en tu cuerpo. Cuando el alcohol ha sido procesado por tu sistema digestivo, la temperatura corporal baja notablemente y es aquí cuando la sensación de sueño y cansancio incrementa su nivel. Usualmente, con un consumo mayor al de una o dos copas puede provocar que te dé sueño más rápido y te levantes más veces durante esa noche. Esto sucede porque el alcohol hace que los ciclos de sueño se concluyan más rápido y el cuerpo empiece a funcionar de forma diferente (en cuanto viene a circulación, generación de hormonas y demás). Si este consumo de alcohol es mayor al de 0.5% y es constante (es decir, diario), además de subir tus niveles de azúcar a una dosis descontrolada, tus ciclos de sueño se verán afectados y los primeros síntomas de insomnio crónico pueden empezar a presentarse durante cada noche.

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