¿Sabías que la limpieza de primavera puede mejorar tu estado de ánimo y aumentar tu productividad? Descubre cómo poner orden en tu hogar puede beneficiar tu salud mental y bienestar: aprende cómo se hace, cuáles son los beneficios para tu salud mental y bienestar, así como consejos prácticos.
Estás en el mejor momento para darle paz a tu entorno y organizar tu hogar. El cambio de estación es fantástico para renovarnos. De acuerdo con el feng shui, se trata de un periodo de nacimiento, e incluso “puede ser un catalizador de la productividad y la alegría”, dice la gurú del orden Marie Kondo. Y es que “los cambios son estimulantes porque hacen que nuestro cerebro segregue dopamina, una hormona relacionada con la motivación y el placer”, asegura Diana Quan, autora de El paraíso es tu casa. Así que limpiar, “reorganizar los muebles o incorporar textiles, como cojines o cortinas, puede ser una excelente manera de activar esta sustancia química que tiene mucho que ver con la felicidad”.
Si bien la limpieza de primavera es sólo el primer paso para arrancar con un verdadero proceso de organización (no olvides descargar nuestros cursos para vencer el desorden), con esta guía empezarás a desintoxicar tu hogar hasta convertirlo, eventualmente, en el lugar más feliz de todos. Una vez que depures tu casa, tu vida nunca volverá a ser la misma, pues habitar un espacio despejado, limpio y organizado, te abrirá la puerta a una vida plena, ¡con más tiempo para hacer las cosas que realmente disfrutas! Después de todo, el “orden exterior refleja la armonía y la calma que hay en nuestro interior”, dice Quan. ¿Estás lista para el cambio?
Guía de limpieza de primavera
Un par de semanas bastarán para empezar a sentir más ligero el ambiente de tu casa. No sólo estás ante la gran oportunidad de limpiar y organizar, sino de deshacerte de las cosas que ya no usas, no necesitas o ya no te hacen feliz. Si dedicas uno o dos días a rehabilitar cada estancia, verás un cambio notable. Ahora sí, a limpiar de la mano de los expertos.
1) El poder de la ventilación
Al igual que un ser vivo, tu hogar necesita respirar. Por eso abre todas las ventanas y puertas para crear corrientes de aire cruzado y purificar hasta el último rincón. “El aire tiene que renovarse constantemente y favorecer la correcta circulación de energía”, afirma Diana Quan. ¡Disfruta de la liberación que representa este paso!
2) Desempolva tu hogar
Aceptémoslo, techos y paredes son algunas de las zonas que pocas veces aseamos. ¿Tu mejor herramienta? Un plumero extensible o el accesorio de tapicería de tu aspiradora; desprende el polvo con delicadeza, de este modo no dañarás las superficies. También dedica tiempo a eliminar manchas en las paredes; si tu pintura es lavable usa una esponja húmeda con jabón para trastes y seca bien con un trapo blanco.
3) Comienza con las áreas visibles
Una buena estrategia de limpieza es iniciar en las áreas donde el desorden salta a la vista: libreros, repisas y vitrinas, y continuar con aquellos muebles con cajones y puertas. Nada mejor que limpiarlos con trapos de microfibra, pues no acumulan bacterias. Asea las superficies e interior de los muebles pulverizando agua y jabón. Y si tus muebles son de madera, hidrátalos con aceites renovadores o humectantes en aerosol.
4) Renueva tus textiles
Es momento de lavar todas las fundas de tus cojines, manteles, cortinas, entre otros complementos, eso sí, siempre lee las instrucciones de lavado, pues hay telas de tintorería.
Aprovecha y desmancha las tapicerías sucias con la fórmula mágica que te compartimos:
- Limpia fundas de sillones. No las metas a la lavadora, mejor lávalas a mano y exprímelas con suavidad, como si se tratara de una prenda delicada, y es que el centrifugado puede dañar las fibras con el paso del tiempo. Sécalas al aire libre y quedarán impecables.
- Pantallas de lámparas como nuevas. Refrescarlas es fácil. Aspíralas con la potencia más baja y esfuma las manchas con un trapo limpio y espuma en seco; si son de papel bastará rociar una mezcla de agua y jabón neutro en un paño y limpiar. No olvides desempolvar los focos (deben estar apagados) con un trapo húmedo, ya que una bombilla con suciedad puede llegar a perder hasta la mitad de su luminosidad.
5) Puertas y ventanas
Hay un truco para que los cristales queden brillantes: haz una mezcla de agua, lavatrastes y unas gotas de amoniaco, pulveriza y retira con un jalador de goma. Para las puertas, tras quitar el polvo, rocía una mezcla de jabón neutro y agua, limpia y seca. Si tus puertas son de madera nútrelas con aceites para muebles.
La primavera es la época perfecta para renovar tu hogar y tu mente. Recuerda que esto no solo se trata de eliminar el polvo y la suciedad, acumuladas en el invierto, ésta es la opotyunidad de crear un espacio más feliz y armonioso para ti y tu familia.