La leyenda japonesa dice que los dioses te cumplirán tu deseo si haces mil grullas
Fue un 6 de agosto, pero de 1945, cuando Hiroshima fue atacada con una bomba atómica.
Nuestra historia sobre las grullas, mejor conocidas en Japón como tsurus, comienza aquí.
Sadako Sasaki tenía dos años cuando cayó la bomba atómica en su ciudad natal, Hiroshima. Aunque en ese momento no sufrió ninguna lesión, diez años más tarde, los médicos le informaron que como consecuencia de la irradiación que le produjo la bomba, padecía leucemia.
Sadako fue internada en un hospital donde conoció a Chizucho, una mujer que le contó sobre la leyenda de las grullas (tsurus).
La historia cuenta que si tienes un deseo y construyes mil grullas, los dioses te concederán tu petición.
El deseo de la adolescente de 12 años era curarse de la leucemia, por ello comenzó a hacer los famosos tsurus. Sin embargo, murió antes de terminar los mil.
Sadako dejó 644 grullas de papel, pero sus amigos del hospital decidieron terminar su labor.
En honor a Sasaki, en Hiroshima se construyó una estatua donde aparece ella con una grulla en su mano. Dicha escultura se encuentra en el Parque de la Paz en dicha ciudad.
Cada 6 de agosto, miles de niños de todo el mundo mandan sus tsurus, hechos a mano, a esta ciudad para que los coloquen en dicho espacio y a la vez, mandar el mensaje de paz.