Este instinto no necesariamente tiene una base esotérica o misteriosa... Aquí tienes las claves para despertar la tuya
Arturo, un contador de 52 años, dejó una entrevista de trabajo convencido de que el puesto era suyo y de que al día siguiente lo llamarían para ofrecérselo. Diana, de 47 años, aplicó para el mismo empleo y habló con la misma persona. Pero en el instante en que se despidió y estrechó la mano del jefe de recursos humanos, ella supo que no la aceptarían. Más tarde, Arturo se sorprendió al enterarse de que el trabajo se lo habían dado a otro, mientras que Diana, simplemente, confirmó lo que supo desde el principio. En ambos casos, el entrevistador había sido igualmente amable y profesional. Entonces, ¿cómo pudieron dos personas interpretar la misma situación de una manera tan diferente? “Tuve una corazonada”, fue la explicación de Diana. “La intuición nunca me falla”.
Por situaciones como esa, la mayoría de las personas, incluyendo muchos hombres, creen en la “intuición femenina”, esa especie de sexto sentido que nos permite percibir lo que otros no pueden ver. De hecho, en tiempos menos “iluminados” existía la creencia de que algunas mujeres tenían poderes especiales y se les acusaba de ser brujas o practicantes de artes ocultas. Pero en pleno siglo XXI... ¿podemos creer que existe realmente la llamada intuición femenina? Y si existe, ¿qué es? ¿Cómo puedes “despertar” la tuya?
CIENCIA VS. MITO
¡Descarta las explicaciones sobrenaturales y la idea de que las mujeres tienen un sentido extrasensorial! La realidad es menos misteriosa de lo que podrías pensar. Varios estudios realizados sobre la comunicación no verbal revelan que las mujeres son más capaces que los hombres de leer las expresiones faciales de otros, incluso las llamadas microexpresiones que alteran las facciones durante fracciones de segundos, pero que expresan un sentimiento que se intenta ocultar. Además, ellas suelen tener una actitud más abierta a las emociones ajenas, lo cual las hace más receptivas a los mensajes subliminales que no se “registran” a nivel consciente. Por lo mismo, por regla general las mujeres son más hábiles a la hora de leer los sutiles mensajes emocionales de otros, algo que se le atribuye a la intuición femenina.
Apostamos a que en estos momentos te estás preguntando por qué las mujeres han desarrollado esa capacidad más que los hombres (aunque los estudios revelan que ellos también pueden ser intuitivos). ¿No es esto una prueba contundente de que las mujeres sí tienen un sexto sentido?
De nuevo, la respuesta es menos esotérica de lo que podrías pensar. Una teoría apoyada por muchos sociólogos e historiadores sostiene que la clave radica en el poder -económico, social y cultural- o en la falta de él. Históricamente, las mujeres han tenido menos que los hombres. De hecho, durante siglos, la mujer dependía del llamado sexo fuerte para que la protegiera, la escogiera en matrimonio o le diera “su lugar” en la sociedad. Esto la obligaba a escudriñar, analizar y “leer” las expresiones de aquellos que tenían poder, para así manejar la situación a su conveniencia o incluso para sobrevivir. Si a esto le añadimos que las mujeres han sido las encargadas del cuidado de los bebés, lo que las obliga a estar pendientes de las emociones de un ser que no puede comunicarse verbalmente, es fácil ver de dónde surge la llamada “intuición femenina”. Esta es una especie de superatención a nivel subconsciente; la capacidad de leer en forma instantánea señales tan pequeñas y sutiles, que muchas veces vuelan por debajo del radar de la mente consciente.
En el caso de Diana, cuando ella analizó detenidamente por qué tuvo la corazonada o la intuición de que no le darían el puesto, descubrió que pudo captar, en cuestión de nanosegundos, una serie de señales casi imperceptibles, pero muy reveladoras: el jefe de recursos humanos la recibió con una sonrisa. Ella percibió que esta era sincera, porque le llegaba a los ojos. Le estrechó la mano con calidez y la miró directamentea los ojos. Al final de la entrevista, después que Diana reveló ciertos detalles de su historial de trabajo, captó que la mirada de su entrevistador “se apagó" (la pupila se dilata cuando vemos algo que nos agrada y se contrae cuando ocurre todo lo contrario); al despedirse, él sonreía únicamente con los labios y casi no ejerció presión al estrechar su mano. Finalmente, cuando le dijo: “Nos comunicaremos con usted”, el entrevistador desvió la mirada por una fracción de segundo, una indicación de que algo ocultaba. La acumulación de todas esas minúsculas señales fue suficiente para crear una fuerte impresión en Diana, que resultó acertada. Su intuición no le falló.
El proceso creativo es altamente intuitivo. Estas celebridades escuchan la voz de la intuición y la utilizan en su arte: Lady Gaga, Nicole Kidman y Barbra Streisand. Los hombres también pueden cultivar su intuición, como lo prueban artistas como Jared Leto, Ricky Martin y Andrew Garfield
LOS PASOS HACIA LA INTUICIÓN
Como ves, la intuición no es algo místico, misterioso e inexplicable; es una herramienta que puedes usar para obtener más información. No está peleada con la razón, sino que la complementa. Las buenas noticias: es posible cultivar esos agudos poderes de observación llamados intuición.
Cultiva el silencio y observa tus reacciones sin juzgarlas. Escucha la voz interior que te comunica lo que piensas y lo que sientes, y familiarízate con ella. ¿De qué manera llama tu atención cuando trata de comunicarte algo? Determina cuándo te habla el ego -que sigue los dictados externos para alimentarse- y cuándo lo hace la intuición, que está conectada a tu genuina esencia y a tus valores más auténticos. Por ejemplo: si te ofrecen un empleo fabuloso, con un sueldo espectacular, pero en medio de la euforia experimentas una ligera sensación de náusea o al llegar a casa te encuentras exhausta, quizás debes estudiar la oferta con más detenimiento. El ego se siente feliz ante la posibilidad de “triunfar” en los negocios, pero la intuición te dice que quizás todo eso que te ofrecen no va acorde con tus valores espirituales.
Préstale atención a tu instinto visceral. De acuerdo con Judith Orloff, profesora clínica asistente de siquiatría, de la Universidad de California en Los Angeles (UCLA, por su sigla en inglés), lo mismo que en el cerebro, en el estómago hay neurotransmisores que responden al estímulo ambiental y las emociones; cuando estos se activan, puedes tener una sensación de incomodidad o como si tuvieras “mariposas en el estómago”. Esas señales desempeñan un importante rol en la intuición. ¿Qué tratan de comunicarte? Por ejemplo: si estás sola en un ascensor y entra un individuo que te hace sentir incómoda, aunque el cerebro racional te diga que nada hay que temer, Orloff recomienda que escuches la voz de la intuición.
Monitorea tu éxito. Lleva un récord de las veces que tu intuición ha sido acertada y haz un análisis completo del caso. ¿Qué sentiste, percibiste o captaste de la situación, que te dio esa corazonada? De esta manera podrás reconocer las señales que usa tu mente subconsciente para comunicarse contigo.
Analiza ambas caras de la moneda. Siempre que experimentes un conflicto entre lo que piensas y lo que sientes, escucha y analiza el contenido de ambas “voces”, porque son complementarias y cada una es una pieza del rompecabezas. Recuerda: no se trata de aceptar a ciegas, sino de darle un espacio a la voz de la intuición para que trabaje con tu mente consciente y racional. Así podrás tener una visión más amplia y un mejor balance en mente, cuerpo y espíritu.
Y tú, ¿qué tan desarrollada tienes la intuición? ¿Cómo te ha ayudado? Cuéntanos.