Malin Persson y la villa sueca de la modelo te inspirará a dar un cambio de imagen a tu hogar.
Tras la exitosa carrera de Malin Persson como modelo en París, Nueva York y Milán, y de igual manera amante de la vida familiar en el campo, hace años remodeló una vivienda en Suecia, a la que se mudó con sus hijos Tiago, Milo y Cleo.
“No estábamos buscando un hogar para remodelar. Acabábamos de terminar la renovación de nuestro departamento en Roma y no nos sentíamos listos para un proyecto tan grande”.
La modelo nos cuenta que la casa data del principio del siglo XX.
“Hallamos esta casa en Malmö, construida en 1908... Una residencia que reveló sorpresas”-Malin Persson
No dudó en meterse de lleno con los artesanos en el proceso.
“Fue divertido. Quizá fui carpintero en una vida anterior”-Malin Persson
Y es que ella sabía lo que quería, desde el color y los materiales hasta la decoración de cada habitación. Malin Persson no estuvo sola, pues con ayuda de su padre y de su esposo Damiano, se encargó de cada detalle en la renovación de los espacios.
Origenes respetados
Cada zona de esta villa de principios del siglo XX fue respetada e incluso resaltada por accesorios de origen italiano.
La combinación de materiales y su restricción cromática hacen que las distintas áreas interactúen, creando un ambiente único.
Si bien los pisos de mármol romanos fueron cambiados por parquet de madera sueca, las pesadas antigüedades italianas fueron inesperadamente bien recibidas por el nuevo hogar. Toda la vivienda fue concebida con una gama verde-gris-arena-marrón, que crea un ambiente tranquilo y hace que se respire una luz especial. Cada detalle fue pensado: las perillas de bronce en los radiadores; las ventanas de plomo y las puertas que se abren a la terraza, la cual sirve de puente entre la cocina y el jardín.
La modelo descubrió que tenía un don natural para saber exactamente qué necesitaba agregar (o no tocar) en cada espacio.
Las bancas del comedor eran de una estación de trenes. Gracias al buen ojo de Malin fueron talladas y recuperadas
Al ingresar a la zona de sus pequeños nos llevamos una enorme sorpresa, pues las habitaciones de sus hijas están llenas de luz y son prueba de que con pocos elementos es posible lograr calidez.