Hay que ser inteligentes con nuestros recursos financieros. Cambia de planes y enfoca tus prioridades a partir de estas recomendaciones.
La palabra crisis en chino está compuesta por dos caracteres: uno, que significa riesgo, y el otro, que representa oportunidad. Esta frase nos conecta con el país donde se origina la turbulencia que vivimos. Es natural estar ansiosos con la situación actual, pues se trata de un evento que provocará una recesión y, en consecuencia, generará incertidumbre en varios aspectos de nuestra vida, entre ellos, el tema financiero. La crisis nos puede perjudicar de distintos modos, en los ingresos, gastos, deudas o inversiones, lo que afecta negativamente nuestro bolsillo o estilo de vida. En estos casos es mejor estar preparados, evitar dejarnos llevar por emociones y no perder de vista los objetivos financieros de largo plazo. Debemos entender de que los ajustes que hagamos serán temporales y que, con disciplina, lograremos nuevamente recuperar nuestra estabilidad.
Si disminuyen tus ingresos
El factor de ingresos será uno de los más afectados. Muchas personas tienen un componente variable, ya sea por ser profesionistas independientes, emprendedores o porque nuestra paga se vincula a trabajos que no es posible realizar. Así que, en estos casos, lo más sano es reducir los gastos no prioritarios, con esto lograremos no dejar que disminuyan nuestros ahorros o endeudarnos. Otra opción para buscar un apoyo financiero extraordinario es acercarte a tu Afore para hacer un retiro por desempleo, este monto puede ayudarte a hacer frente a gastos extraordinarios.
Cómo ajustar gastos
Es importante señalar que, en todo momento, el nivel de éstos debe ser congruente con nuestros ingresos, es decir, nunca debemos de desembolsar más de lo que ganamos o intentar financiar gasto corriente por medio de las tarjetas de crédito. Ahora, en tiempos de crisis, con mayor razón es necesario hacer un ejercicio que nos permita ajustarnos a la nueva realidad. El primer paso es hacer una lista exhaustiva de todos los gastos con el mayor detalle posible, desde aquel café de la mañana hasta los pagos de estacionamientos o propinas. El segundo es agruparlos por categoría (comida, casa, educación, diversión) y jerarquizarlos. Es probable que si tenemos hijos un gasto necesario sea cubrir su educación, pero hay otros, como comidas en restaurantes o a domicilio, compras de ropa o tratamientos de belleza, cuya frecuencia puede ser espaciada o sustituida. El tercer paso es hacer un plan de austeridad.
En muchos casos puede resultar duro cortar por completo los no prioritarios a los que estamos acostumbrados, pero podemos buscar sustitutos más económicos o soluciones caseras. Este ejercicio también nos ayudará a evaluar si de verdad necesitamos comprar cafés o comida fuera en lugar de hacerlo en casa o reconsiderar si necesito añadir un par de zapatos a mi guardarropa sólo porque había una oferta online.
Finanzas en tiempo de crisis
Si nuestra situación es un poco más grave –aunque no es lo recomendable- se pueden bajar gastos en seguros de vida, auto o gastos médicos reduciendo temporalmente la suma asegurada, incrementando el deducible o disminuyendo aportaciones a nuestros ahorros o planes de pensiones. No se trata de una cancelación, sino de un ajuste temporal. Finalmente, es clave dar seguimiento semana a semana y mes con mes a nuestros gastos para asegurar que nos ajustamos al plan. Éste es un ejercicio que puede resultar monótono, pero en cuanto veamos el beneficio que nos genera, seguro lo implementarán de modo muy sencillo e, incluso, pueden ponerse la meta de gastar aún menos de lo establecido y ese dinero ahorrarlo para un viaje. Otro tema relevante para no alterar nuestra meta es no dejar que la ansiedad nos domine, llevándonos a hacer ‘compras de pánico’, adquiriendo cubrebocas, desinfectantes, medicinas, artículos de limpieza o despensa en cantidades irracionales. En resumen, la recomendación es ser prudente y disciplinada, no se trata de limitarnos al grado de que esto afecte nuestro ánimo.
¿Y qué hago con mis deudas?
Aunque lo ideal es no adquirir deudas en estos momentos de incertidumbre, la realidad es que muchas veces tenemos adeudos de tarjetas bancarias o créditos que fueron adquiridos previos a la crisis. En las de crédito es necesario conocer cuánto nos cobran de interés y comisiones (incluyendo cuota anual) para asegurarnos que el plástico que tenemos es el más conveniente. La mayoría de los bancos ofrece opciones para que transfieras tu saldo hacia su institución. Y por supuesto, existen dos consejos críticos en el uso de las tarjetas: no incrementar el saldo de la misma y siempre hacer un pago superior al mínimo requerido, para de esta manera reducir el monto de la deuda. En el caso que tengas otro tipo de crédito, como nómina, auto o hipotecario, puede ser recomendable que te acerques a sus instituciones financieras para renegociar la tasa o el plazo. Cualquiera que sea el tipo de crédito que tengas es importante que no dejes de pagarlo para no afectar tu historial crediticio, pues en el futuro podrían negarte financiamiento.
Inversiones y ahorro
Hay un exceso de información en redes sociales que puede llegar a ser alarmista o fake news, que podría alterar tu objetividad al tomar decisiones de ahorro e inversión, así que asegúrate que la fuente de información es fidedigna. En estos momentos es previsible que encuentres en tus cuentas de ahorro, inversión o Afore una reducción en el saldo de tu estado de cuenta, esto es normal en inversiones de largo plazo. En lugar de alarmarte y tomar determinaciones precipitadas, te recomiendo acercarte con un asesor financiero, pues por el contrario puede ser buen momento para construir un patrimonio de largo plazo. Es recomendable disponer de un fondo de contingencias que te permita cubrir tres meses de gastos corrientes. Si no lo tienes, es el momento. Esta situación durará meses y aun cuando en esta ocasión no hayas sido afectada, nadie tiene asegurada la estabilidad en el mediano plazo.
Enseñanzas y oportunidades
Es complicado pronosticar la duración de esta recesión, pero a pesar de los esfuerzos que hacen los gobiernos y bancos centrales alrededor del mundo, se estima que la recuperación será tangible en un horizonte de 12 a 18 meses. Una crisis de esta magnitud puede ayudarnos a darnos cuenta de las cosas que verdaderamente necesitamos, así como de hacernos conscientes que es necesario ahorrar para el futuro y disponer de un fondo que nos permita estar preparados para situaciones inesperadas.
Tip
Realiza todos tus pagos con tarjeta de débito, de esta manera llevarás un mejor control y no te endeudarás. Los estados de cuenta te permitirán detectar en qué se te va el dinero. Es común que cuando pagamos en efectivo perdamos de vista varios gastos.