Antes de ‘tirar la toalla’ y decidir que no vale la pena sacrificarte más para alcanzar tu meta, piensa que no estás sola en esta batalla. Aquí, nuestros mejores consejos: 1. Es normal que el cuerpo se adapte a comer menos y se estanque. ¿Qué hacer? ¡Olvídate de la pesa! Aunque la quema de calorías sea lenta, tu metabolismo se ha acelerado y sigue perdiendo grasa. 2. Toma más agua y camina todos los días 40 o 45 minutos. Mídete, checa si la ropa te queda menos ceñida ¡y tendrás la respuesta! 3. Tener una amiga honesta con quien compartir tu reto es vital. Si has hecho trampa, confíale la verdad, ¡te ayudará a regresar al redil! 4. A veces llegamos al plateau o tope de pérdida de peso, porque nos aburrimos y dejamos de lado la disciplina. ¿La solución? Comer cosas nuevas, combinar alimentos y ensayar otras recetas. 5. Sigue un plan Uno de calorías controladas, continúa tus ejercicios y caminatas, ¡verás cómo ese plateau se romperá en poco tiempo.
TIP: No pierdas de vista la razón de tu cambio de vida: quieres estar saludable y lucir regia. Di NO en voz alta si las tentaciones amenazan con descarrilar tu dieta.
Visualiza tu pérdida de peso
Además de las dietas, el poder de la mente nos ayuda a estar esbeltas
Ya sea a través de hinosis, sesiones de meditación, yoga o tan solo mirando fotos de cuando eras más delgada, poder visualizar con serenidad lo que sería tener un cuerpo esbelto es muy positivo y un gran estímulo para animarnos a perder peso de una vez y por todas, y de paso mejorar la salud. ¿Una herramienta mental que te ayudará en la dieta? Dedica 10 minutos diarios a meditar en silencio y a pensar en quién eres y cómo puedes mejorar.
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Por Mari-Claudia Jiménez / Foto: iStockphoto
