Asistir a compromisos sociales siempre requiere de un pequeño esfuerzo para proyectar la imagen más pulcra y refinada posible, debido a que, además de nuestra imagen, siempre es importante cuidar otros aspectos de nuestra actitud para lograr la admiración de todos a nuestro alrededor.
Por ejemplo, es importante tener claro el carácter de cada una de las reuniones sociales a las que asistimos, para de esta manera acotar nuestro comportamiento a protocolos no escritos que por años han regido las reglas de refinación y buen gusto para cada tipo de evento.
En el caso más concreto de situaciones formales, donde se tenga contemplado el servicio de una comida, es importante siempre tener en cuenta cuales son las reglas para el correcto uso de los cubiertos y utensilios para manipular los alimentos, así como el buen uso de la servilleta, costumbres que esconden una serie de reglas protocolarias que toda dama y buena invitada debería conocer.
El correcto uso de la servilleta
No es secreto para nadie que la colocación de servilletas está destinada con el fin específico de servir como herramienta para limpiarse los labios antes y después de beber, así como para protegernos de alguna impureza provocada por los alimentos que pudiera terminar en nuestro rostro, manos o incluso sobre nuestro atuendo.
Para utilizar correctamente esta herramienta y evitar manchar tu copa o simplemente lucir una boca impecable después de cada bocado, debes de tener en cuenta que los movimientos para manejarla deben de ser discretos y naturales.
Los toques que des en tu boca para limpiarte deben ser sutiles y evitar a toda costa el roce agresivo con la piel.
También debes de tener en tu radar que las reglas de etiqueta dicta que específicamente las servilletas de tela sirven para limpiar tu boca y manos durante el servicio de alimentos y que por ninguna razón deberías utilizar este aditamento como un pañuelo para la nariz ni para secar el sudor.
¿Por qué la servilleta debe reposar en la falda?
Al comenzar a cenar es imprescindible que se tome la servilleta de la mesa y se coloque sobre los muslos, en caso de que sea una tela muy larga puede doblarse por la mitad.
La razón por la cuál la servilleta debe de colocarse bajo la mesa es muy sencilla, simplemente tiene que ver con la idea de no dejar al descubierto la suciedad que progresivamente se va acumulando en los bordes a través de su uso continuo.
Recuerda que, en caso de que tu pieza de servilleta ya haya quedado muy manchada, puedes solicitar un cambio y que lo ideal al terminar de comer es dejar la servilleta al lado derecho del plato con un toque un poco arrugado. Esta última medida también debe ser tomada en caso de que requieras levantarte de la mesa por un momento.
Toma todo esto en cuenta para convertirte en la invitada ideal y demuestra todo el tiempo tus modales para proyectar la imagen refinada ideal.
