Expertos hablan sobre lo importante que es mantener la actividad física todo el año, a pesar de que verano es cuando más deporte se hace.
El ejercicio y el deporte al aire libre suele incrementarse durante el verano y las vacaciones, pero los especialistas animan a no abandonar los buenos hábitos. Es importante mantener la actividad física todo el año.
El médico especialista en Medicina de la Educación Física y del Deporte, Jordi Suros Romagós, advierte de que las lesiones deportivas se incrementan en verano pero tienen su origen en la falta de actividad física durante el resto del año.
La falta de actividad conlleva que se atrofie la musculatura, la rigidez articular y la disminución de la elasticidad de músculos y tendones.
Las recomendaciones que ofrecen los traumatólogos son mantener una actividad físicasuave, apuntarse al gimnasio o, como mínimo, salir a caminar y hacer ejercicios de estiramiento semanalmente. En ese sentido, cabe recordar que la OMS recomienda practicar al menos 150 minutos semanales de actividad física moderada o al menos 75 minutos semanales de actividad física intensa. También hablan de actividades de fortalecimiento muscular dos o más días a la semana.
Te puede interesar: Ejercicios isométricos: quema grasa sin mover tus músculos
Se recomienda ropa adecuada para la actividad física
Puedes iniciar la práctica deportiva diaria caminando, comenzando con media hora al día. Aumenta progresivamente el tiempo y la intensidad para evitar lesiones.
CUANDO APARECE EL DOLOR
¿Pero qué ocurre si aparece el dolor con la práctica deportiva? Los expertos subrayan que es importante tratar el dolor muscular y articular justo cuando aparece. Además, se debe buscar siempre el consejo del médico o farmacéutico. “No se deben descuidar las lesiones derivadas del deporte”, reflexiona el doctor Surós. En este punto, los antinflamatorios no esteroides (AINE) como el ibuprofeno, son el tratamiento farmacológico más eficaz y seguro. Con ellos combates dolores e inflamaciones musculares de carácter ocasional de intensidad leve o moderada. Más allá del tratamiento farmacológico, y en función del tipo de dolor o lesión, el médico puede recomendar el reposo, la aplicación de hielo, la inmovilización, la compresión, la elevación o el uso de férulas. En caso de que el dolor sea más intenso, los expertos recuerdan la importancia de consultar con el médico.