Muchas mujeres han pasado por esta terrible situación
Se conocen algunas reacciones emocionales por las que una paciente pasa a partir del diagnóstico de cáncer de mama. Estas emociones son normales y deben enfrentarse.
1. Incertidumbre antes del diagnóstico
El notar cambios inesperados en nuestro cuerpo o sentir molestias que no se tenían, puede ser inquietante, en especial cuando hay sospecha de padecer cáncer.
Cada persona reacciona diferente ante la posibilidad de padecer una enfermedad según su propio estilo personal y experiencia. Algunas lo hacen con extrañeza y curiosidad, otras no le dan importancia, otras se muestran muy alarmadas y otras piensan que no tienen una enfermedad seria.
2. La crisis posterior al diagnóstico
Cuando la paciente asiste a la consulta para conocer el resultado de los estudios, tiene dudas sobre el diagnóstico y quiere saber cuanto antes lo que está ocurriendo con su salud, lo cual puede causar inquietud o angustia.
El comprobar que se sufre una enfermedad seria es el inicio de una experiencia poco favorable por la idea de que se está en peligro y por la inquietud de cómo afectará el cáncer su vida y la de sus seres queridos.
Hay una crisis cuando se cree que la enfermedad puede acabar con sus propósitos, metas, proyectos y planes, además de perder la esperanza en el futuro. Se puede llegar a una especie de desesperanza y una desorganización de las emociones, conductas, pensamientos y relaciones con las otras personas.
La primera reacción al diagnóstico puede ser de rechazo y negación: “No está pasando”, de culpa: "¿si hubiera venido antes?”, o de enojo: “fue negligencia médica”. Se duda de que el diagnóstico sea cierto y se piensa que los resultados pueden tener algún error y se buscan otras opiniones.
3. Dudas durante el tratamiento
Al confirmarse el diagnóstico, la negación queda atrás y es probable que se presente una sensación de calma y esperanza, aunque todavía con dudas como: ¿lograré sobrevivir?, ¿conseguiremos quitar el tumor por completo?, ¿qué efectos secundarios tendré que aguantar?, ¿cuánto tiempo durará el tratamiento?, ¿cómo voy a quedar?
Los efectos secundarios de los tratamientos pueden llegar a ser agresivos o agotadores, por lo que a veces se tiene el deseo de abandonar el tratamiento, lo cual se convierte en el principal reto a superar.
4. La enfermedad continúa o se agrava: fase terminal
Si los tratamientos no funcionan o el padecimiento continúa avanzando, emocionalmente se puede presentar una desesperanza, angustia, periodos de tristeza, llanto y enojo. Pero muchas veces después habrá serenidad y se sentirá más tranquila.
Durante el proceso de tratamiento pueden surgir alteraciones en el estado de ánimo, entre las más frecuentes se encuentran síntomas de ansiedad y depresión.
Además de las reacciones emocionales después de recibir el diagnóstico de cáncer comienzan a ocurrir algunos cambios en el estilo de vida, imagen corporal, en las relaciones familiares y sociales, concepto e identidad de uno mismo, concepto de control, en la dinámica de pareja y la sexualidad, en el área laboral, entre otras.
En el proceso del tratamiento se atraviesan constantes duelos en las diferentes áreas como son:
? Pérdida del estilo de vida, ya que se interrumpen los hábitos y actividades de la vida cotidiana, y se modifican éstos en tiempos y nuevas actividades a realizar, ya que gran parte del tiempo se dedicará a las constantes visitas al hospital para sus consultas médicas y sus tratamientos. Sin embargo, se recomienda que continúen en la mayor medida posible con sus actividades adaptándose a sus nuevas condiciones de salud.
? Pérdida de su autoimagen, de acuerdo al tipo de tratamiento hay efectos secundarios que afectan de manera evidente la imagen corporal, entre los más comunes se encuentran, pérdida de cabello, cejas, pestañas, cambios de coloración en uñas y algunas partes del cuerpo. Por otro lado, si como parte del tratamiento del cáncer se requiere una cirugía donde se retira parte de la mama o su totalidad, puede ocurrir una distorsión de la imagen corporal y dificultad para adaptarse a su nueva imagen; ya que en este caso, la mama es un símbolo social y culturalmente percibido como femineidad. En algunos casos después de la cirugía, es usual evitar contacto social por miedo a que las demás personas se puedan dar cuenta de la pérdida de la mama. Sin embargo, existen algunas alternativas para disminuir esta situación como la reconstrucción mamaria o la utilización de la prótesis mamaria externa.
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? Pérdida de concepto e identidad de uno mismo, aunque sea transitoriamente. La paciente deja de sentirse y valorarse a sí misma como lo hacía antes de concebirse como enferma; los síntomas, la hospitalización, el deterioro secundario a los tratamientos, la baja laboral y el cese temporal en el desempeño de roles familiares, sociales, académicos o el tiempo libre y los deportes, repercuten negativamente cuestionando el concepto que cada una tenía de sí misma y de lo que podía soportar.
? Pérdida de autonomía, según por el tratamiento que esté atravesando pueden tener secuelas físicas o problemas en la movilidad, por ejemplo, después de la mastectomía, se requiere tener más cuidados para prevenir posibles complicaciones, por lo que sus actividades cotidianas se ven disminuidas y necesitan ayuda de otras personas para realizar estas actividades, por lo que puede surgir un sentimiento de tristeza por la percepción de depender de los demás.
? Pérdida o cambio de actividad laboral, ya que se requiere de un tiempo considerable para el tratamiento y sus consultas en el hospital, algunas mujeres se ven en la necesidad de abandonar su trabajo por la dificultad de cubrir un horario laboral establecido, o cambian temporalmente de actividad laboral adecuándose a sus posibilidades físicas.
? Alteraciones en la relación de pareja y la sexualidad, ante los cambios físicos secundarios a los tratamientos se puede presentar el temor a no resultar tan atractiva como era antes o miedo a que en situaciones de intimidad la pareja sienta algo por lo que evite el contacto. Además de algunos efectos secundarios como falta de lubricación vaginal y por lo tanto posible dolor durante la relación sexual. Sin embargo, con una adecuada comunicación y expresión de pensamientos y emociones, pueden llegar a resolverlo y adaptarse a los cambios en esta área.
? Alteraciones en la fertilidad, después de algunos tratamientos oncológicos puede tener como efectos secundarios problemas sobre la fertilidad y dificultad hablar con el médico sobre todo en pacientes que no han satisfecho su maternidad y tienen interés en ésta.
? Alteración en las relaciones interpersonales es posible que ante los cambios y deterioros físicos, secundario a los tratamientos médicos, la calidad de vida se vea afectada y también las relaciones familiares y sociales. En ocasiones, las mujeres se aíslan o dejan de acudir a reuniones y actividades de ocio, por una parte por temor a sentirse mal (náuseas, vómito, fatiga, etc) frente a los demás, y por otro lado por miedo a no saber qué contestar ante las posibles preguntas que le pudieran hacer sobre su enfermedad.
Adaptación a la enfermedad
El impacto psicológico en las pacientes con cáncer de mama hace que algunas se imaginen como si en su cuerpo se hubiese dejado alguna bomba y que hay riesgo de que pueda explotar. A veces este tipo de pensamientos pueden llegar a ser muy intensos y perturbadores.
Según el tiempo en que una persona se adapta al diagnóstico de cáncer, a veces hay distintas situaciones que ayudan a una aceptación positiva de la enfermedad.
Entre ellas se encuentran: el apoyo que den familiares y amigos, una buena relación de pareja, la aceptación de los cambios físicos por la enfermedad o el tratamiento, la edad de la paciente, la forma en la que expresan sus sentimientos, lo que esperan del éxito del tratamiento, el interés por actividades que le gusten, las molestias que dé el tratamiento y la cantidad de otros problemas que tenga la paciente en ese momento.
Aunque algunas de estas alteraciones son esperadas, es muy importante comunicarlo al médico para tener una atención integral en este proceso de enfermedad y en la medida de lo posible, disminuir estos efectos no deseados con el apoyo de un profesional de la salud.
Información: Dra. Cristina Sierra, Psicooncóloga con Especialidad en Medicina Conductual
FUCAM, A.C. (Fundación del Cáncer de Mama)
www.fucam.org.mx
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