Jacqueline Bouvier, una joven y elegante mujer de 24 años, se convirtió en la señora Kennedy al casarse con el entonces senador John F. Kennedy, el 12 de septiembre de 1953, hace 70 años.
El enlace de Jackie y John fue el acontecimiento social de la temporada y la lista de invitados ascendió a mil 200 personas, incluyendo empresarios, políticos y famosos de la época, por no contar con los periodistas y curiosos.
El mundo estaba enamorado de Jackie Kennedy, y su atuendo de boda parecería que no iba a ser la excepción. Considerado uno de los trajes más icónicos de la historia, el vestido de Jackie Kennedy sigue siendo una inspiración para las novias hasta el día de hoy.
Y aunque muchos lo consideran un vestido icónico, la novia la destestó. Sucede que aunque Jackie soñaba con un vestido sencillo y elegante, de corte recto y sin florituras, Joseph Kennedy, el padre del novio, insistió en que Ann Lowe fuera la diseñadora del vestido.
Ann Lowe era una de las modistas más prestigiosas de la época, siendo conocida por sus diseños de alta costura, elaborados con materiales lujosos y detalles exquisitos. Sus creaciones eran las más cotizadas en el International Debutante Ball.
El vestido que Lowe creó para Jackie era de tafetán de seda marfil, con un escote alto y cuello cerrado, mangas largas y una falda amplia de estilo princesa. Obviamente, la novia no estaba del todo convencida con el diseño, pero lo aceptó por complacer a su familia política.
De hecho, según la escritora Rosemary E. Reed Miller, Joseph Kennedy supervisó personalmente cada puntada del vestido. El vestido costó 100 mil dólares, una suma muy elevada para la época.
Mientras que el velo de tul de seda de 15 yardas de largo estaba unido a una tiara de encaje. La tiara perteneció a la madre de Jackie, y se usó en muchas generaciones anteriores de la familia Auchincloss. Esta pieza, llena de tradición familiar, aumentó el aura de autenticidad y romanticismo del conjunto.
Sin embargo, un accidente cambió la historia. Diez días antes de la boda, una tubería rota provocó una inundación en el taller de Lowe. El agua dañó el vestido de novia y nueve de los 15 trajes de las damas de honor.
El equipo de Lowe trabajó sin descanso para rehacer las piezas dañadas. El vestido de novia tubo que ser modificado, quedando con un escote barco, minimangas, cuerpo ceñido con costuras drapeadas, corte en la cintura y una falda voluminosa de silueta princesa.La falda incluía tablas entrelazadas, rosetones bordados a mano y pequeñas flores.
A pesar del contratiempo, Jackie Kennedy pudo lucir su vestido de novia en la boda. El vestido se convirtió en un icono de la moda nupcial y sigue siendo una inspiración para las novias de todo el mundo.
Setenta años después de su boda, el vestido de Jackie Kennedy sigue siendo un referente en cuanto a elegancia y estilo atemporal, aunque nunca terminó por convencer a la novia.
