El día de San Valentín se acerca, y con él, la oportunidad perfecta para celebrar el amor con tu pareja. ¿Quieres sorprenderle con un detalle especial e inolvidable? Te proponemos un brindis con un exquisito Prosecco, un espumoso italiano que convertirá cualquier momento en una ocasión única.
Llega San Valentín, una fecha para celebrar el amor, la unión y la complicidad. Y qué mejor manera de brindar y disfrutar en pareja que con un exquisito Prosecco. Descubre las características que hacen de un buen Prosecco una opción sobresaliente, aprende cómo disfrutarlo al máximo en cuanto a temperatura, maridaje y cocteles, y también, conoce qué evitar para no arruinar esta mágica experiencia.
Si tienes planeada una cena romántica al lado de tu pareja a la luz de las velas, una opción perfecta es LA MARCA Rosé, porque es un vino espumoso fresco y equilibrado. Está elaborado con maceraciones en frío, previo a la primera fermentación para extraer gran frutalidad. Es un vino con notas de frutos rojos como fresa, cereza y frambuesa con un toque sutil de lychee y cítricos como toronja.
¿Cuáles son las características de un buen Prosecco?
El Prosecco es un vino espumoso italiano conocido por ser ligero, aromático y versátil en maridaje. Un buen Prosecco se distingue por su frescura, ligereza y burbujas finas y persistentes, además, considera:
- Perfil de sabor: Suelen tener un perfil seco, pero los sabores frutales de la uva pueden aportar una sensación de dulzor. Existen diferentes tipos clasificados en función de la cantidad de azúcar, como Brut, Extra Seco y Seco
- Método de elaboración: Se utiliza el método asequible llamado “Método del tanque”, que prescinde de la botella individual como recipiente para convertir un vino tranquilo en uno espumoso
- Tipos y denominaciones: Existen diferentes tipos de Prosecco, como Prosecco espumoso, Prosecco frizzante, y Prosecco espumoso rosado, cada uno con sus propias características
- Zona de producción: Los mejores viñedos se encuentran en la región de Conegliano-Valdobbiandene, caracterizada por sus verdes colinas y gran pluvimetría.
¿Cómo disfrutar un buen Prosecco?
Para disfrutar al máximo de esta experiencia sensorial, es importante tener en cuenta algunos aspectos clave.
- Temperatura de servicio: El Prosecco debe servirse frío, a una temperatura de entre 6 y 8 grados.
- Tipo de copa: Se recomienda utilizar una copa alta y delgada, que ayude a preservar sus burbujas durante una mayor cantidad de tiempo y apreciar mejor sus aromas.
- Maridaje: El Prosecco es un vino versátil que se adapta muy bien a múltiples ocasiones y se puede disfrutar tanto solo como en cócteles como el famoso Spritz. Además, se combina bien con una gran variedad de platos, como aperitivos, carnes curadas, aperitivos frutales, cocina asiática, pescados y mariscos.
- Tipo de Prosecco: Existen diferentes tipos de Prosecco, como Prosecco espumoso, Prosecco frizzante, y Prosecco espumoso rosado, cada uno con sus propias características. Por ejemplo, el Prosecco espumoso es ideal para brindar y celebrar, mientras que el Prosecco frizzante es más ligero y refrescante.
- Momento de consumo: El Prosecco es una excelente opción para brindar y disfrutar de momentos especiales, como celebraciones y ocasiones especiales, pero también puede disfrutarse en cualquier momento del día.
¿Cómo se puede arruinar la experiencia?
Aunque el Prosecco es una bebida deliciosa y versátil, es importante tomar en cuenta algunas recomendaciones para disfrutarla correctamente. Evita servirlo demasiado frío, ya que una baja temperatura puede ocultar sus sabores y aromas sutiles.
Tampoco lo dejes respirar por mucho tiempo, ya que podrías perder sus características más frescas y efervescentes. Por último, no mezcles Prosecco con bebidas carbonatadas, ya que no solo cambiará su sabor, sino que también reducirá su efervescencia.
En este San Valentín, sorprende a tu pareja brindando con un exquisito Prosecco. Recuerda servirlo a la temperatura adecuada, maridarlo con platos ligeros. Evita arruinar esta experiencia única sirviéndolo demasiado frío, dejándolo respirar por demasiado tiempo o mezclándolo con otras bebidas carbonatadas.