Un apartamento diseñado para que reine la tranquilidad y le disfrute, donde se impone el uso de la madera y de la luz natural
Este apartamento en Milán, Italia, es un experimento en cuanto a maximizar el espacio. Esto se ha podido lograr gracias al altísimo puntal, dentro del cual el arquitecto diseñó dos niveles de altillos donde están los dormitorios. Desde la alfombra circular en la sala, que rompe con las líneas rectas que predominan en los interiores, hasta la introducción de los puntos de color ?esenciales, ya que hacen resaltar la luz?, como los armarios con terminado en rojo, el gavetero pintado parcialmente de azul y los tulipanes sobre la mesa del comedor..., todos esos elementos contribuyen a ?humanizar? este ?laboratorio? de diseño e ideas.Las escaleras desempeñan un papel fundamental de doble uso: funcional y decorativo. Existe algo de puzzle en esta propuesta, pero, paralelamente, al usar la madera y elegir muebles con aire rústico, de ella emana calidez y resulta acogedora. El aspecto monocromático de la madera se rompe al incorporar losas azules. La cocina es estrecha, pero funcional. En toda la casa vemos estantes abiertos o unidades de pared empotradas. En este a la derecha se ha colocado una vajilla estampada en azul que armoniza con el resto del espacio. El baño continúa con la misma línea de losas azules. Un panel de vidrio sustituye una pared, para que penetre luz natural. En el dormitorio predomina la sencillez: destacan los bloques de color a ambos lados de la cama, que armonizan con los cuadros. Todas las zonas del apartamento han sido diseñadas para la tranquilidad y el disfrute, como puede apreciarse en el simpático dibujo en el panel de cristal de la puerta. En el pasillo se han colocado lámparas de suspensión. La luz natural penetra a través de los ventanales.
