Este color transmite orden, limpieza y serenidad. Amplia visualmente el espacio de un apartamento y potencia la iluminación al máximo
Para lograr una vivienda cuyo interior refleje serenidad y permita crear contrastes con los accesorios, elige el blanco. En este apartamento, predomina en todas las estancias y da continuidad a la decoración: en paredes, pisos, muebles, cortinas... En la sala, al colocar cojines estampados sobre el sofá se ?rompe? la monocromía.
Un baúl vintage de rattan, de Cargo, cerca de la mesa de centro, se convierte en un elemento decorativo por excelencia. Otros detalles, como la lámpara de suspensión, la unidad de pared para guardar libros y adornos, los cuadros... crean tu ambiente ideal. Siempre ten presente que el blanco, al ser un color neutro, permite jugar con las texturas, los diferentes materiales o las piezas más pequeñas que aportan color.
En la amplia cocina, sobre el piso resalta una alfombra con estampado en blanco y gris acero, que armoniza con la campana y con otros objetos metálicos.
La cabecera de la cama Mondrian está hecha de hierro pintado en blanco, con calados geométricos.
La cerámica Joe White, con la que se ha cubierto la pared del fondo del baño, captura y refleja la luz.
El blanco es la opción perfecta para decorar la habitación del bebé, pues admite los toques de color en los adornos infantiles. La cuna Sleppi, de Stokke, se expande para adaptarse al crecimiento del bebé y puede usarse hasta que el niño tenga 3 años de edad, aproximadamente.
