Conoce los elementos del tarot y cómo se desarrolla la lectura de cartas. Deja que la baraja de naipes te ayude a conectar contigo mismo.
¿Te has acercado al tarot? La lectura de cartas es una actividad con origen de siglos pasados que sigue vigente a la fecha. Si bien la percepción del tarot se ha modificado a lo largo de los años, hay personas que por muy diversas y respetadas razones acuden a él. Te contamos un poco más sobre su función.
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Qué es el tarot No te preocupes si encuentras palabras que no habías escuchado. El tarot es una baraja de 78 cartas usada exclusivamente para la interpretación. Con éstas se interpretan sueños, hechos, percepciones o estados de ánimo. De manera más coloquial, es “leerte las cartas”. De entre las cartas, hay 22 arcanos mayores (o triunfos) y 56 arcanos menores divididos en cuatro figuras designadas como bastos, espadas, copas y oros. La palabra arcano significa misterio o secreto. Los arcanos mayores representan al universo y se dividen en tres grupos: conocimiento, acción y emoción. Los menores informan sobre situaciones cotidianas. Las personas que se acercan a una consulta de tarot buscan respuestas. Pueden ser temas sobre amor y relaciones, prosperidad o desarrollo en el trabajo, metas establecidas o amistades. El tarot no predice el futuro, sino que muestra un patrón sobre posibles escenarios. Dependerá de cada quien tomar la lectura de cartas a su favor o no.
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Cómo funciona el tarot
Se le dice “tirada” a la acción de literalmente tirar (o echar) las cartas sobre un tapete —recomendado de color morado y con vela e incienso—. Esto lo realiza el tarotista a la persona consultante (quien se sienta a la izquierda del tarotista mientras barajan las cartas). Si tú mismo echas las cartas, hay que tener la mente en blanco. Tanto tarotista como consultante no deben cruzar brazos ni piernas, pues influye en la energía. Y las cartas están en posición de pie antes de barajarlas. Cuando el tarotista hace la tirada, las revolverá en la mesa sin algún orden. Cuando termine, las juntará en un montón y las dejará sobre la mesa. Así, algunas cartas quedarán de pie y otras invertidas, para realizar la lectura.
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La tarotista tomará el montón de cartas y las barajará siete veces —pero si es para consultas de amor, serán seis—. El consultante deberá hacer tres montones con las cartas y con su mano izquierda (o si es zurdo, con la derecha), colocándolos al lado izquierdo. Después, deberá juntar esos montones en uno solo. El tarotista agarrará ese montón y destapará las primeras cartas, acomodándolas frente al consultante en la posición correspondiente según las sacó. Sacan máximo cinco cartas. Finalmente, y acorde con las cinco cartas que la tarotista mostró al consultante, se hace la lectura.
Cómo leer el tarot
Los ocultistas del siglo XVIII decían que el nombre de tarot surgió de la unión de dos palabras egipcias que significan camino real, por eso el tarot sería “el camino hacia la sabiduría”. Los naipes —que antiguamente se pitaban a mano— poseen símbolos y nombres (el sol, la luna, etc). Ahora, ¿recuerdas las 78 cartas? Los 22 arcanos mayores tienen una enorme fuerza simbólica, pero los 56 menores complementan la lectura y también son indispensables. En los arcanos mayores encontraremos a:
- El loco: no tiene número, representa movilidad y dispersión.
- El Mago: comienzo, acción
- La Maga: introspección, puede indicar que alguien es clarividente.
- La Emperatriz: pasión, fertilidad, maternidad.
- El Emperador: determinación, podrás llevar las cosas a cabo.
- El Sacerdote: comunicación.
- Los enamorados: indica que deberás hacer una elección.
- El Carro: proporciona una dirección clara en tu vida.
- La Fuerza: fe, tener confianza y capacidad para hacer las cosas.
- El Ermitaño: símbolo de guía, el ermitaño ilumina tu camino.
- La Rueda de la vida: un giro en la vida, hay que lograr equilibrio.
- La Justicia: balance, la vida nos mueve y deberás equilibrarla.
- El Colgado: reorientación, aunque sepas lo que quieres te dispersas mucho.
- La Muerte: cambio, crecimiento, progreso y desarrollo.
- La Templanza: equilibrio y armonía a pesar de las circunstancias de la vida.
- El Diablo: aparece para iluminar lo oculto en la oscuridad y lo que no quieres ver.
- La Torre: desbloqueo y destrucción de lo que no es verdadero.
- La Estrella: esperanza, te guía y protege, orienta.
- La Luna: transformación, hora de meditar e indagar en tu interior.
- El Sol: felicidad, energía.
- El Juicio: evaluación, ¿qué aprendiste de tu viaje?
- El Mundo: éxitos, triunfos, la culminación y plenitud.