Si la tensión se ha apoderado de tu vida diaria, puedes tratarla sin medicarte y sin dañar tu salud
¿Quién en su vida no se ha padecido de estrés? ¿Cuánto tiempo dura esta sensación? ¿Hacemos realemente algo para solucionarlo o siemplemente nos acostumbramos a vivir así?
Cuando las situaciones de estrés nos alcanzan, a veces nos sentimos tan ansiosos que intentamos reducirlo por nuestra propia cuenta, como la automedicación, pero a la larga, esto puede ser pejudicial para nuestra salud.
Todos la hemos padecido en algún momento de nuestras vida ¿cierto? En algunas ocasiones es más severa que otras y los motivos pueden ser diversos, desde asuntos laborales, hasta familiares y de pareja. Lo que no hay que olvidar es que esta situación es dañina tanto para el cuerpo como para la mente y puede desencadenar graves enfermedades. Cuando estamos tensos se libera adrenalina y otro tipo de hormonas que son pesadas para nuestro cuerpo.
El estrés puede ir creciendo si, además, estamos en constante contacto con el ambiente que nos provoca tanta tensión. ¿Cómo saber si la padecemos? Algunos de los signos más comunes son: problemas de concentración, dolor de cabeza, apatía, ansiedad, tensión muscular, enojo, irritación cutánea, problemas estomacales, disminución del apetito sexual y fatiga, entre otros. ¿Cuántos padeces?
Por suerte, esta alteración puede ser tratada de manera natural a través de diferentes terapias alternativas. Te decimos cinco que funcionan muy bien:
1. Acupuntura. El estrés causa tensión en el cuerpo, lo que bloquea los canales de energía. Las pequeñas y delgadas agujas que se insertan en la superficie de la piel estimulan determinados puntos en el cuerpo, lo que dispersa dicha energía bloqueada. Si se practica con regularidad, la acupuntura elimina el estrés y la ansiedad, al mismo tiempo que disminuye la tensión arterial y relaja los músculos.
2. Ejercicio. Son más que sabidos los beneficios de ejercitarse regularmente. Al igual que la acupuntura, el ejercicio libera endorfinas, los químicos del cerebro relacionados con la euforia. La actividad física también “distrae” la mente del estrés, impulsa a enfrentarlo de mejor manera y crea un balance de sus efectos negativos en el sistema inmunológico hacia una mejor salud.
3. Masaje: Esta actividad induce a los cambios químicos que reducen el dolor y el estrés en todas las áreas del cuerpo. Cuando estamos bajo estrés, el cuerpo produce una hormona llamada cortisol, la cual mata las células importantes para la inmunidad. Estudios en pacientes con alto grado de cortisol antes y después de una sesión de masaje han demostrado que estos niveles bajaron de forma drástica tras una buena sesión.
4. Yoga. Esta disciplina combina una serie de suaves movimientos y poses estáticas con respiración profunda. La mayoría de las clases de yoga terminan con poses de relajación, además, ciertos tipos de yoga que hacen énfasis en movimientos lentos y constantes, ejercicios de respiración y suaves estiramientos que son muy benéficos para el alivio del estrés. Otras de sus propiedades incluyen el aumento de la flexibilidad, fuerza, balance y resistencia.
5. Reiki. Es una técnica de sanación espiritual originaria de Japón. Quienes la practican utilizan suaves toques que facilitan el flujo de energía a través del cuerpo, pero a diferencia del masaje, el reiki puede no involucrar algún tipo de contacto físico. El reiki ayuda a aliviar el estrés, calma la ansiedad y promueve un ambiente de sanación en todos los niveles: físico, mental y emocional.
¿Sabías que...?
- Existen 365 puntos de acupuntura en el cuerpo humano
- 15 minutos de ejercicio al día pueden extender tu periodo de vida por tres años
- Existen más de 80 tipos de masaje
- 1 de cada 10 personas practica yoga
- 80% de quienes practican reiki experimentan una gran disminución del estrés tras cada sesión