Si eres de las personas que pasan mucho tiempo mirando su teléfono, seguramente padeces dolores de cuello... Te decimos cómo evitarlo
No importa adónde uno mire, la imagen siempre es la misma: cabezas hacia abajo mirando fijo al teléfono celular. El problema es que si esa postura se vuelve permanente, los dolores de cuello serán inevitables. Y de eso al dolor de cabeza hay sólo un paso. ¿Cómo evitar el “cuello de celular??
Según el cirujano neoyorquino Kenneth K. Hansraj, uno puede pasar un promedio de cuatro horas diarias mirando el teléfono o la tableta. El dato asusta, pero entre que se miran los mails, se leen las noticias, se chatea o se da alguna vuelta en Internet, el tiempo pasa y las posturas se van incorporando.
Hansraj realizó estudios en 2014 que demostraron que una cabeza de adulto que pesa entre 4 y 6 kilos le genera un peso adicional de unos 13 kilos a la columna cuando está inclinada 15 grados hacia adelante. Cuanto mayor la inclinación, mayor la carga.
De hecho, al mirar una pantalla móvil los usuarios no suelen inclinarse 15 sino 60 grados. Esa carga de unos 27 kilos debe ser sostenida por la espalda y el cuello, y esas no son las únicas únicas partes del cuerpo afectadas, ya que, cuanto más tiempo se mantiene la postura, más caen los hombros hacia adelante, más se reduce la musculatura del pecho y más se extiende la zona de la nuca.
Las contracturas son prácticamente inevitables y, en algunos casos, eso deriva en dolores de cabeza o hasta desgaste de los discos de la columna.
En algunos países los inconvenientes que trae aparejado el uso intenso del celular ya tienen nombre y se han desarrollado terapias acordes a esta problemática.
Viendo al ser humano como un todo, cabe recordar que caminar, correr y estar en posición bípeda erguida es parte de su naturaleza. Necesita movimiento y todo movimiento le hace bien.
Es cierto que el teléfono móvil se puede sostener a la altura de los ojos, pero esta es una postura que a su vez tampoco se podrá mantener mucho tiempo, ya que los músculos del brazo no suelen estar entrenados para ese ejercicio.
Por no hablar de las tablets, que son más pesadas y suelen ir apoyadas en las mesas o las piernas, a una altura incluso menor que el móvil, con la consecuente postura inclinada hacia delante. Las laptops pueden llegar a resultar algo más cómodas si uno las coloca a una altura adecuada.
Pero, independientemente del dispositivo que se escoja y de la posición en la que uno suela mirarlo, el movimiento y la alternancia son fundamentales. No sólo para la postura, sino también para la vista. Por ejemplo, pruebe levantar la vista de vez en cuando, mirar a lo lejos.
Y en cuanto al movimiento general, en lugar de intercalar ejercicios de un modo forzoso, lo mejor es practicar regularmente algún deporte que le divierta y tener en cuenta algunas cuestiones básicas. Por ejemplo, si hace natación, hay que saber que el crol es, en líneas generales, mejor que nadar pecho, ya que este último estilo también puede afectar la columna, dependiendo de cómo se nade.
La bicicleta tampoco es una compensación ideal porque el ciclista suele ir con la espalda encorvada y la mirada más bien hacia abajo.
La opción ideal es, sin vueltas, estar atento y apagar los celulares y las tabletas de vez en cuando.