Si perdiste tu trabajo no permitas que te invada el negativismo; mejor enfócate en encontrar áreas de oportunidad y mirar hacia adelante
Por: Gaby Pérez Islas
¿Perdiste tu trabajo? Es una de las experiencias más retadoras de la vida. Nos amenaza en muchos sentidos porque depositamos en nuestra profesión demasiada energía y la volvemos como la principal fuente de autoestima. La seguridad de una persona no debe provenir sólo de su capacidad de ser proveedora o sentirse útil en una corporación.
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Sabernos amadas, tener amigos, intereses y pasiones en la vida debe de contribuir también a un autoconcepto sano. Sin embargo, nos identificamos con lo que hacemos: si soy una maestra de escuela tengo vacaciones de maestra de escuela, si soy una ejecutiva visto como una ejecutiva y si soy gerente de una sucursal bancaria me comporto como una gerente en todo lo que haga. En el momento en que el trabajo se desmorona o nos es arrebatado, vemos peligrar no sólo nuestro estilo de vida, sino también el futuro e imagen ante los demás.
Si te quedaste sin tu empleo recuerda:
• Tú no eres lo que perdiste, eres lo que haces con esa pérdida.
• Te quitaron tu trabajo, mas no tu capacidad.
• Tu labor es conseguir uno y hacerlo de la mejor manera posible, como todo lo que realizas.
Con el ego herido
Hay una palabra pequeñita con unas dimensiones enormes cuando nos han despedido: ego. No puedes creer que te hayan hecho eso a ti. Sientes que no lo mereces y te victimizas. Te enojas y maldices, pero en el fondo te recriminas por no haber estado al cien o porque piensas que podías haber hecho algo para que esto no pasara. La verdad es que la terminación de tu trabajo tiene que ver con varios factores: Situación económica de la empresa, recortes de personal necesarios, le sales muy cara a la compañía, tu puesto ya no es requerido, temas de empatía y química que a veces no se dan con los jefes y mil variantes más.
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Sin embargo, tu mente estará repitiéndote una y otra vez que no debiste de hacer algo, que te faltó llevar a cabo aquello o que ya no estabas dando resultados en la empresa. Tranquila, es tu ego hablando. Lo cierto es que hay que tomar el aprendizaje de esto, encontrar tus áreas de oportunidad y mirar siempre hacia adelante.
A otra cosa mariposa
La que se queda con los puños cerrados en señal de enojo por haber perdido no podrá recibir con manos abiertas lo que la vida tiene para ofrecerle. Recuerda que cuando la vida te dice que no a algo, puede ser por tres razones:
• No te convenía
• Tiene pensado algo mejor para ti
• Solamente es un no por ahora
Si te mantienes positiva y enfocada será mucho más sencillo que tengas la disposición para entrevistas, hagas un buen CV breve y actualizado, te prepares y empieces a verle el lado bueno a las cosas. Hagas lo que hagas lo que pasó ya pasó y no hay marcha atrás, el quedarte resentida hará que eso proyectes en tus nuevas entrevistas y, créeme, nadie quiere contratar a un futuro empleado resentido con su anterior compañía.
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Elige un mantra
Repítete una y otra vez una frase que te dé calma y que te mantenga positiva y dispuesta para lo que viene. Aquí te ofrezco algunos ejemplos: “Lo que viene conviene”. “Lo mejor está por venir”. “Los cambios al final siempre son para bien”. Por supuesto que creo en estas tres frases que acabo de escribir, elige tú la que consideres cierta y poderosa.
Desoye el miedo
La búsqueda de trabajo es un proyecto emocionante, nunca sabes los caminos que tomará la vida, es decir, a quién conocerás en el nuevo empleo, qué amigas harás, los viajes y aventuras que vendrán. Empieza a poner tu emoción ahí para que ya proyectes eso que sientes. Esa es la verdadera ley de la atracción; vibrar en la misma frecuencia de lo que deseas obtener y recuerda que la queja y la lamentación sólo te traerán baja autoestima.
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Hay muchas personas allá afuera que te van a decir que está muy difícil conseguir trabajo, que la situación se va a poner peor, que ni sueñes contratarte con el mismo sueldo y cosas así. Eso es cierto para ellas que así piensan.
Tú imagina otra realidad, el hecho de que ellas no lo hayan conseguido no quiere decir que no se pueda hacer. No permitas que te ponchen el globo de las ilusiones y proyectos con negativismo y malas vibras. Confía que la vida tiene un plan para ti y que cada día en tu historia de vida se te presenta una nueva y desafiante página en blanco. ¿Qué vas a escribir en ella? Emociónate con tu historia y ama cada capítulo de ella, pues es tuya.
Te recomiendo leer La niña a la que se le vino el mundo encima, editorial Diana. Una historia que te pondrá a reflexionar en que no debes de renunciar a tus dones cuando más los necesitas. Así nos hemos sentido todas alguna vez, con el peso del mundo sobre los hombros. Confía, esfuérzate y vuelve a tener ese mundo en la palma de tu mano.