Aunque los costos de la educación superior van en aumento, existen opciones para que puedas cumplirles a tus hijos el sueño de convertirse en profesionales.
? Los planes 529. Existen dos tipos: los de ahorro y los prepagados. El plan de ahorro te permite contribuir regularmente a tu cuenta, acumulando así para los gastos escolares. El plan prepagado tiene más restricciones, pero te permite pagar por la matrícula de acuerdo al costo que esta tiene actualmente sin que te afecte que el costo de la matrícula aumente a través de los años. En este caso, tú o el estudiante debe ser residente del estado que patrocina el plan prepagado. En muchos casos, el plan 529 pudiera ser usado para realizar estudios en universidades fuera de Estados Unidos.
? Ayuda financiera. Debes saber que mientras menores sean los ingresos de la familia más probabilidades tendrá tu hijo de obtener becas y ayuda financiera. Pero, aunque tengas ahorros o inversiones, la buena noticia es que los estados y las universidades privadas cuentan con sus propias reglas para la ayuda financiera, siendo posible que les den buenas alternativas a los planes de matrícula que fueron pagados por anticipado, así como a otros planes de ahorro para la universidad.
Ten cuidado con ciertas ofertas de ayuda financiera demasiado prometedoras que te lleguen por correo o te ofrezcan por teléfono. Aplicar para ayuda financiera federal es gratis y que califiques dependerá de tu situación financiera.
? Si fuera necesario pedir un préstamo, la mejor opción es el préstamo estudiantil. Pedir un préstamo para pagar los estudios superiores de tus hijos debe ser tu última opción. Endeudarte para pagar la educación de tus hijos puede tener efectos desastrosos en tus finanzas. Pero en caso de que pedir prestado sea absolutamente necesario (y en muchos casos lo es), tu hijo o hija debe pedir el préstamo, no tú. Gracias a los programas de préstamos estudiantiles federales y otros programas financieros disponibles a través de instituciones, los estudiantes tienen numerosas opciones para financiar los costos de sus estudios. En otras palabras, ayuda a tu hijo a aplicar para el préstamo y a usar todos los recursos y opciones antes de endeudarte tú.
? Préstamos privados. En cuanto a optar por un préstamo privado: los préstamos federales son siempre una mejor alternativa (a pesar de tener requisitos de elegibilidad estrictos y límites de endeudamiento) gracias a que tienen tasas de interés fijas, que generalmente son más bajas que las de los préstamos privados.
Además, las opciones de pago de los préstamos privados son más limitadas y menos flexibles. Por ejemplo, si tu hijo se gradúa y quiere seguir sus estudios de powwwrado es muy posible que tenga que liquidar el pago del préstamo privado en ese momento.
? Línea de crédito hipotecaria. Este préstamo está basado en un porcentaje del valor de tu casa. Mientras más vale la casa más alta será la suma del préstamo. Y aunque pagarás una tasa de interés alta por ese préstamo, también pudieras calificar para beneficios fiscales adicionales. Infórmate bien antes de pedir un préstamo contra el valor de tu casa, porque en el peor de los casos, y por situaciones de la vida, pudieras ponerte en riesgo de ejecución hipotecaria o foreclosure, lo que te haría perder tu hogar.
Las opciones son variadas, así que investiga, haz preguntas y consúltalo todo con un experto en impuestos. Empieza a planificar desde ahora el futuro de tus hijos.
