El investigador Igor Kovalchuk dirige un estudio sobre el cannabis medicinal como una posible terapia para el coronavirus.
Los extractos de cannabis muestran potencial para hacer que las personas sean más resistentes al nuevo coronavirus, dice un investigador de Alberta, Canadá, que dirige un estudio sobre el uso medicinal de esta sustancia. En los últimos tres meses, su equipo se ha encargado de analizar 400 cepas de cannabis sativa para determinar si la planta tiene algún efecto sobre el COVID-19.
La investigación del doctor Kovalchuk lo llevó a enfocar su análisis a una docena de cepas que han generado resultados prometedores en lo relativo a reducir los efectos de virus en el cuerpo. “Varios de ellos han reducido la cantidad de estos receptores (de virus) en un 73%, la posibilidad de que el coronavirus entre es mucho menor”, continuó.
“Si podemos reducir la cantidad de receptores, hay muchas menos posibilidades de infección”.
Cannabis podría frenar la infección por coronavirus, afirma una investigación
“Tomará mucho tiempo encontrar cuál es el ingrediente activo; puede haber muchos”, dijo Kovalchuk, quien además es productor del cannabis con licencia para uso medicinal Olds Sundial Growers. “Pero generalmente son las propiedades antiinflamatorias del alto contenido de CBD las que han demostrado ser más prometedoras. Nos centramos más en el CBD más alto porque las personas pueden tomar dosis más grandes y no verse afectadas”, agregó.
El estudio bajo licencia de Health Canada, que utiliza modelos de tejido 3-D humanos artificiales, ha estado buscando formas de impedir que el nuevo coronavirus altamente contagioso encuentre un huésped en los pulmones, los intestinos y la cavidad oral. “Si tenemos éxito, podríamos hablar del uso médico del cannabis en forma de enjuague bucal, gárgaras, inhalantes o cápsulas de gel”, dijo Kovalchuk.
“Sería más barato para las personas y tendría muchos menos efectos secundarios”.
Sin embargo, la ausencia de ensayos clínicos sigue siendo una barrera, y la financiación de la industria del cannabis se ha detenido debido a la misma pandemia.
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“Tenemos médicos que están dispuestos a trabajar con nosotros, pero muchas empresas en el negocio del cannabis no pueden financiar la inversión”. Es importante aclarar que los hallazgos de Kovalchuk no conducirían a una vacuna, pero se trata de otra arma que puede contribuir a la lucha contra el COVID-19.
“Dada la grave situación epidemiológica actual y su rápida evolución, se deben considerar todas las oportunidades y vías terapéuticas posibles”.
Tales han sido sus efectos positivos que investigadores israelíes han comenzado ensayos clínicos de CBD como tratamiento para reparar células dañadas por COVID-19 mediante el uso de sus capacidades antiinflamatorias. Se cree que el CBD podría mejorar el efecto de los esteroides en el tratamiento de pacientes en condiciones potencialmente mortales y también reforzar el sistema inmunológico. “Nuestro trabajo podría tener una gran influencia: no hay muchos medicamentos que tengan el potencial de reducir la infección en un 70 a 80 por ciento”, concluyó Kovalchuck.