Declara tu mente ?zona libre de preocupaciones?
Silenciosas, alarmistas e insidiosas, las preocupaciones invaden tu mente en cualquier lugar y cuando menos lo esperas: en el cine, en el trabajo, cuando lees un libro... De repente, tu paz mental se esfuma y comienzan a acosarte los fantasmas de la intranquilidad con sus inquietantes preguntas: ?¿Y qué sucederá si???. También te acosan sus negras profecías: ?¡Si eso pasa será una catástrofe!?.
Esos fantasmas te quitan el sueño y te roban la paz mental, pues cuando te concentras en aquello que te preocupa, tu mundo se llena de sombras amenazantes y pierdes la alegría de vivir. Entonces se afectan tus procesos cognitivos y tu capacidad de tomar decisiones. Además, de acuerdo con muchos estudios médicos, las preocupaciones pueden afectar tu salud, ya que son una gran fuente de estrés y ansiedad.
Las buenas noticias: aunque no es posible eliminarlas del todo, existen formas de identificar las que son solo fantasías negativas y de manejar las que tienen una base real para vivir con paz y ecuanimidad.
7 PASOS ?SALVAVIDAS?
Siete son los días de la semana, las notas musicales, las virtudes, los pecados capitales, los enanitos de Blancanieves? y los pasos para controlar el mal hábito de preocuparte innecesariamente.
1. Separa la realidad de la ficción. Muchas preocupaciones caen en el grupo de ?¿Y qué pasará si???. En otras palabras: aunque no estés enfrentando ese problema, te preguntas qué sucederá si llegara a ocurrir. Esta clase de pensamiento suele ser repetitivo, pues la imaginación, sobre todo la negativa, es infinita. Sí, es posible que ocurra un terremoto, que llegue un huracán de categoría 5 o que todos en casa pierdan el empleo a la vez. Pero ¿cuáles son las probabilidades de que eso que temes ocurra en realidad? Para vivir sin tanta angustia, evalúa la situación con ecuanimidad. Si entiendes que anticipar una catástrofe no necesariamente significa que va a ocurrir, esto puede ayudarte a poner esos miedos en perspectiva. Al lograrlo, vivirás con mayor tranquilidad.
2. Guerra avisada. Por supuesto, algunas preocupaciones tienen bases reales. En este caso, escribe aquello que te preocupa con lujo de detalles. Después, repasa lo que has escrito. Subraya lo que de verdad está ocurriendo ?los hechos? y después elimina lo que simplemente temes que podría pasar.
Gladys se siente muy insegura en su empleo. El jefe ha dado claras señales de que está descontento con su trabajo y ella se pregunta qué pasará si la despide. Se imagina sin un centavo en el banco ni posibilidades de pagar su hipoteca; teme perder su casa y quedarse en la calle. Si encima se enferma y no tiene un seguro médico, será una catástrofe. ¿Qué será de ella y de sus seres queridos??
Este ejemplo muestra claramente la diferencia entre lo que está ocurriendo ?de nuevo: los hechos? y lo que solo es producto de la imaginación negativa de Gladys. Ella debe actuar en base a la realidad: su jefe está infeliz con su desempeño en el trabajo. En ese caso, hay varias acciones que ella puede tomar, como hablar con él para tratar de mejorar la situación o comenzar a buscar otro empleo. Incluso puede recortar sus gastos o averiguar todas las opciones de crédito o de ayuda financiera que existen en caso de que pierda su empleo. Visualizarse desposeída y en la calle es una imagen aterrorizante, pero inútil, que lo único que consigue es llenarla de ansiedad. Moraleja: tienes que enfocarte en lo que ocurre, que es lo que está en tus manos resolver.
3. Sé creativa. Ya dijimos que debes controlar la imaginación negativa, que te llena de ansiedad. Por otro lado, sé creativa a la hora de buscar soluciones para las situaciones que enfrentas en la realidad. Respira profunda y lentamente hasta llenar tus pulmones y luego exhala despacio, mientras repites ?paz? o ?serenidad?. Cuando te sientas tranquila, observa la situación como si se tratara de otra persona. ¿Qué le dirías para calmar su ansiedad? ¿Qué le aconsejarías que hiciera si estuviera en tu caso? Reflexiona con ecuanimidad. Si necesitas orientación o una opinión imparcial, consulta con personas de tu entera confianza o, incluso, con un consejero o terapeuta.
4. Suelta la rienda? y piensa zen. Es importante hacer planes y prepararse para el futuro e incluso anticipar lo que puede ocurrir (dentro de la realidad) para tomar acción a tiempo. Pero después de hacer todo lo que está en tus manos, también hay que aceptar que no tienes el control absoluto de las cosas. ¿Te causa esto ansiedad? De acuerdo con la filosofía zen, la única constante en la vida es el cambio. Es por eso que la seguridad no radica en tratar de controlar lo que ocurre fuera de nosotros, sino en cultivar la convicción de que, pase lo que pase, sabremos hacerle frente con entereza y ecuanimidad.
5. La fórmula para la ecuanimidad. ¿Pensaste que íbamos a darte un buen consejo y que luego te dejaríamos a la deriva? Te equivocaste. Existe un método para controlar la ansiedad y cultivar una actitud más ecuánime. Se trata de mindfulness o atención plena, y consiste en enfocarte en el presente. Eckhart Tolle escribió en El poder del ahora: una guía para la iluminación espiritual que el único momento que realmente tenemos es el presente, ya que el pasado quedó atrás y el futuro todavía no ha llegado. La atención plena se basa en vivir el presente con verdadera atención; en otras palabras: en concentrarte en lo que haces aquí y ahora. Una manera de cultivar esta capacidad mental es a través de la meditación mindful. Esta no consiste en poner la mente en blanco, ya que es imposible, sino en observar tus pensamientos con desapego. De acuerdo con esta filosofía, la mente es el cielo, vasto e infinito, y los pensamientos son nubes que pasan y desaparecen?, siempre que no te aferres a ellos. De la misma manera, varios estudios han demostrado que rezar tiene un poderoso efecto calmante y que, además, es beneficioso para la salud de mente, cuerpo y espíritu.
6. Di ?¡Basta!?. Si la atención plena no es compatible con tu forma de ser, puedes usar un sistema recomendado por muchos sicólogos. Este consiste en llevar una liga alrededor de la muñeca y tirar de ella y soltarla al mismo tiempo que dices o piensas: ?¡Basta!?. Esto te causará un pequeño dolor que te recordará que debes erradicar los pensamientos negativos.
7. Aprende a cuidarte. Todos los días duerme ocho horas sin interrupción; aliméntate de una manera sana y balanceada; ejercítate para liberar las endorfinas que elevan tu estado de ánimo y te ayudan a ver el mundo con optimismo, y rodéate de personas positivas y agradables. De ser posible, mímate cuando puedas: regálate unos chocolates o escápate a un spa. Mantener un buen estado de salud físico y mental te recordará que cuentas con la persona más incondicional de tu vida: tú misma.