Ante los aumentos en las tasas de enfermedades crónicas, como la diabetes, el cáncer y los padecimientos cardiovasculares, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha concluido que la dieta nórdica puede ser, junto a la dieta mediterránea, una buena alternativa para prevenir estos problemas de salud que, por lo regular, se encuentran relacionados con la obesidad. Así que... ¡A comer como vikingas!
Pero ¿de qué se trata?
De comer como se acostumbra en Dinamarca, Finlandia, Islandia, Noruega y Suecia; es decir, consumir la mayor variedad de pescado posible, incluidos los que se consideran grasos, ya sea salmón y arenque, asimismo, una gran cantidad de vegetales verdes, frutos del bosque, cereales enteros (avena y cebada), legumbres y lácteos bajos en grasa. Lo principal es excluir los excesos de azúcares y de grasas saturadas, lo que, de manera natural, ayuda a que el cuerpo se mantenga más fuerte, saludable y menos predispuesto a las enfermedades antes mencionadas. Este régimen responde a los elementos que los nórdicos encuentran en su ambiente, pero a decir de la OMS es posible adaptarlo a diversos lugares del mundo. Lo importante, apunta el organismo especializado, es que “quienes desarrollan las políticas deberían tratar de alinear, en la medida de lo posible, las guías de nutrición de acuerdo con el contexto cultural local”. En Latinoamérica tal vez no tengamos mucho arenque, no obstante, podemos buscar un pescado endémico que procure beneficios similares.
Preferir más frutas y vegetales, así como granos enteros, alimentos del mar y productos orgánicos y de temporada, hará una gran diferencia en tu dieta.
El manifiesto nórdico
Desde 2004, un grupo de chefs del norte de Europa firmó un documento en el que describían: “La nueva dieta nórdica”. En él mencionan los cuatro pilares fundamentales sobre los que ésta debía sostenerse: salud, potencial gastronómico, sustentabilidad e identidad nórdica. Con lo anterior promueven la ingesta de ingredientes locales, silvestres y frescos, y que por fortuna, y gracias a la diversidad medioambiental de Latinoamérica, es posible imitar.
¿Dieta mediterránea vs. nórdica?
Para los latinoamericanos, la alimentación mediterránea es más fácil de llevarla a cabo; sin embargo, para quien busca abrir su paladar a nuevos sabores saludables, la nórdica es una opción excelente y puede adaptarse a la producción local. Ambos regímenes son similares, y si acaso la mayor diferencia es que los escandinavos no incluyen en su alimentación al tan famoso aceite de oliva mediterráneo que, en crudo, aporta valores nutrimentales que ayudan a disminuir el colesterol malo o LDL.
TIP Escoge la comida casera, evita la rápida y prepara tus platillos a partir de los ingredientes de temporada. Aumenta tu consumo de pescado y reduce el de carne roja.
¿Qué te parece esta dieta?