Existe un viejo adagio francés que amamos: “L’essentiel est invisible pour les yeux” (lo esencial es invisible a los ojos). Y este planteamiento, retomado por Antoine Saint-Exupéry en su obra cumbre El Principito, donde el personaje de ficción se pregunta el porqué de las cosas más simples de la vida, debería convertirse en nuestra meta.
¿Te sientes exclava de la rutina? Si estás acostumbrada a tachar pendientes, pero no estás palomeando metas y planes personales. Entonces, ahora es el momento de grabar en nuestra memoria que las cosas sencillas de la vida son la fuente de la felicidad, sino de reinventarnos o explorar posibilidades que hemos dejado colgadas en el armario por temor al qué dirán o no tener tiempo.
La vida es eterna, nosotros no
1. Planea un viaje soñado con tu mamá
Jamás es tarde para afianzar los vínculos con tu madre, aprende todo lo que puedas de ella, el tiempo no regresa y sus consejos te acompañarán toda la vida. En caso de que ella ya no esté presente y que tú seas mamá, involúcrate intensamente con tus hijos, en especial si tienes hijas, es momento de sincerarte con ellas sin temores o tabús y que conozcan más de ti.
2. Cómprate ese par de tacones que te ilusionan
En la historia de toda mujer hay un par de zapatos que nos dan un vuelco en el corazón. Si como Carrie Bradshaw mueres por unos Manolos o te derrites por unas ballerinas Aquazzurra, cómpralas, nadie va entender ese ‘lujito’, esos accesorios son los que hacen que tu atuendo se realce por completo y que te sientas más empoderada que nadie.
3. Prueba un nuevo platillo (o postre)
La vida es muy corta para comer lo mismo a diario, imagina todo lo que te estás perdiendo sólo por seguir la dieta o por no hacerle frente a la cocina, de acuerdo con Katie Davies autora del bestseller Lo que me gusta comer, si cada día probáramos algo diferente apenas conoceríamos 1% de la gastronomía mundial. Entonces deja las sopas instantáneas y las comida rápida para después y descubre la tarta polaca de Karpatka o el pilaf turco, delicias dignas de otro planeta, que son fáciles y económicas de hacer.
4. No guardes ese vestido para un evento importante
A todas nos ha pasado que compramos un traje lindísimo para un día especial, pero que por falta de ocasiones no lo estrenamos. No dejes que esto te siga pasando, cualquier día es bueno para verse fabulosa; siempre que veas tu vestido en el gancho con la etiqueta puesta piensa que vas a tomar una copa con Tom Hiddleston.
5. Reúne a tu girl squad
Aunque lleves meses haciendo videollamadas o intercambiando voicenotes, acéptalo: no es lo mismo; nada como gozar de la compañía de tus amigas en vivo y platicar por horas de todo y de nada. Está confirmado por la Harvard Medicine School que chismear con nuestro grupito de íntimos nos hace más longevos, así que cuando sea posible sal de casa con las debidas precauciones, ve a un bar con terraza y descorcha un vino Rosé con las chicas.
6. Agradece y celebra la vida cada día
No hacen falta motivos para estar contentas y agradecidas, cada amanecer es un regalo de Dios, así que ten detalles, por ejemplo, manda flores a tu abuela, comparte esa canción pegajosa con tu mejor amigo y no te canses de pasar memes chistosos. Esos cariños hacen más paladeables las horas.
7. Lee para consentir a tu alma
Las buenas lecturas fomentan las grandes ideas. Tener volúmenes de diversos temas nos ofrecen perspectivas distintas sobre múltiples áreas. Así que la próxima vez que tu papá te recomiende El secreto o tu jefa La metamorfosis, de Kafka, no dudes, algo útil podrás aprender de todo ello. Recuerda las palabras de Cicerón: “Una habitación sin libros es como un cuerpo sin alma”, y nadie quiere ser un desalmado.
Recordar la magia de vivir con un poco de libertad es esencial para nuestro crecimiento personal, nuestro bienestar emocional y nuestra conexión con los demás. La libertad no solo nos empodera como individuos, sino que también crea un entorno en el que todos podemos prosperar y contribuir al bienestar común.