El 7, un número de suerte

Venerado desde la Antigüedad, el 7 nos facilitará la busqueda de la fortuna con una dosis extra de intuición

El más sagrado de los números se corresponde con los siete días de la semana, los siete colores del arcoíris, las vidas afortunadas de un gato, las maravillas del mundo antiguo, los dones del espíritu, los planetas clásicos... Para casi todas las culturas fue siempre un número mágico y hoy es el de la suerte en muchas culturas de Oriente y Occidente .Es un número perfecto, resultado de la suma del tres (lo celeste) y del cuatro (lo terrenal).

El siete contiene la energía del pensamiento, espiritualidad, conciencia, análisis síquico, sabiduría, intelecto, idealismo, estudio, aprendizaje, meditación y relexión (Dios creó el mundo en seis días y al séptimo descansó). Es un número que nos invita al reposo y a pensar; a sentarnos y ver cómo las metas durante tanto tiempo perseguidas se alcanzan ahora de una manera mágica.

Pero también su inluencia nos vuelve reservados, solita - rios, sarcásticos e inlexibles. Se puede decir que uniendo todas estas tendencias, el 2014 será un año para recapacitar, observar y meditar cómo está nuestra vida. Después, con inteligencia e intuición, elegiremos el mejor camino. Hay que tener en cuenta que la energía del siete es buena y afortunada, pero lenta. Las cosas tardan en pasar porque no nos decidimos. Cuesta tomar decisiones, porque las prioridades pueden cambiar.

Lecciones para el 2014

La vibración del siete destila nobleza, sabiduría, humildad, imaginación y valor. Es un número que atrae la suerte, pero sabemos que esta es un factor que depende de nuestra capacidad para aprovechar conscientemente las oportunidades. Estamos viviendo tiempos caóticos que nos dan la posibilidad de reaccionar y el siete va a fortalecer lo que estemos dispuestas a alcanzar. Para los que se duerman en los laureles o tiren la toalla, no habrá suerte.

Pruebas. Bajo la inluencia del siete suelen darse períodos de duras pruebas en nuestro camino. Se trata de crecer y salir reforzadas de ellas. En el 2014 deberemos luchar ante contratiempos materiales, crisis emocionales y situaciones decepcionantes. Es la forma que tiene este número de hacernos ver que lo material no nos está dando la felicidad y debemos empezar a buscar en otro sitio más espiritual.

Otra prueba del siete será aprender a mantener la calma cuando todo se desmorona alrededor y la realidad se vuelve insoportable. La tentación será escapar a través de adicciones o malos hábitos, pero con el siete como energía del año, eso no va a ocurrir. Nos iremos hacia un cambio interior.

Soledad. Por elección o necesidad, bajo la inluencia del siete predominan los períodos de soledad, calma y relexión. Se trata de conseguir un estado de paz que nos permita atraer la energía positiva y afortunada del número a nuestra vida y, también, dedicarnos al estudio, a aprender lo que siempre hemos querido saber. No descartemos una ruptura sentimental, la pérdida de un ser querido o el abandono de compañeros de trabajo. Se trata de retos que nos traerán una vida mejor. Los frutos serán muchos, pero debemos tener paciencia. El peligro del siete es que incita a divagar y a enredarse en fantasías sin sentido. Nos aporta valor y decisión para luchar por lo que creemos y capacidad mental para resolver todo tipo de problemas, pero muchas veces serán metas inalcanzables. Ambas cosas se potencian más todavía cuando estamos solas sin nadie que nos baje a la Tierra.

Intuición. Las ideas originales lotarán en el ambiente, pero con esa carga de inteligencia relexiva que hará que puedan llegar a buen puerto. Lo que muchos llamarán suerte será un trabajo original llevado hasta el inal con la inteligencia y el sentido común necesarios para evaluar la realidad tal y como es. Será un año más para la fuerza mental que para la física. Pero quizás donde más vamos a notar la inluencia del siete es en la intuición. El 2014 será un año para dejarse llevar por las corazonadas y las buenas o malas vibraciones. Sabremos qué hacer de forma intuitiva y siempre contaremos con el factor suerte. Si a esto unimos la capacidad de relexión que aporta el siete, sabremos separar con acierto lo verdadero de lo falso. Lo místico o religioso nos atraerá como un imán. ¿Por qué no abrir esa puerta?

Protección económica

En el terreno material, el siete nos protege como un padre o una madre a sus hijos. Es decir, no se nos van a regalar las cosas, pero no nos va a faltar nada. Hasta es posible que nos ayude a ganar dinero, pues su energía activa nuestro olfato para los negocios y las buenas oportunidades. En principio, este año debería empezar a solucionar nuestros problemas económicos, si los tenemos, y si no hay deudas de por medio, podremos empezar a crearnos un pequeño patrimonio. En el 2014 no tendría por qué faltarnos nada.

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