“Tristemente, en una serie de eventos trágicos, mi hermana perdió la vida el mismo día” fue la frase con la que Mariah Carey confirmaba la muerte de su hermana, Alison, tras anunciar el fallecimiento de su madre, Patricia. Una cruel coincidencia del destino que dejó a la cantante con “el corazón roto”.
La cantante y compositora estadounidense de 55 años despedía a su madre, de 87 años, y su hermana, de 63. Y aunque expresó sentirse “agradecida por haber podido pasar la última semana” con Patricia, Alison no tuvo la misma suerte.
La hermana mayor de la cantante de “Hero” murió por complicaciones con el funcionamiento de sus órganos y que había estado en cuidados paliativos, no por cáncer o VIH como se especulaba. De acuerdo con su amigo y defensor, David Baker, el desceso era inminente: “sabíamos que esto iba a pasar”, contó Baker, y relató: “Había señales de que no podía seguir adelante”.
Alison y Mariah, una tensa relación
Alison es la hermana mayor de Mariah, se llevan 7 años en sí y sumaban décadas de distanciamiento y fracturas que surgieron desde su infancia. En su autobiografía, The Meaning of Mariah Carey (2020), la cantante reveló episodios traumáticos de su infancia relacionados con Alison, como haber sido drogada y maltratada por ella.
Tras la publicación del libro, Alison demandó a la cantante por 1,2 millones de dólares argumentando que la publicación le había causado una “inmensa angustia emocional causada por la humillación pública despiadada, cruel, vengativa, despreciable y totalmente innecesaria”, como los medios reportaban en 2021. Sobre el resultado de la demanda, NBC News no encontró información adicional.
Al final, las tensiones se mantuvieron y la relación nunca sanó: “Tuve que dejar de exponerme a que me hicieran daño. Me ha ayudado. No tengo dudas de que es emocional y físicamente más seguro para mí no tener ningún contacto con mi ex hermano y mi ex hermana”, llegó a declarar la cantante años después.
El último adiós de Alison Carey y su última petición
De acuerdo con un amigo cercano entrevistado por The Sun, “Mariah nunca ha intentado comunicarse con Alison, incluso después de que le dijeron hace un mes que Alison estaba muriendo. Una llamada telefónica o, mejor aún, una videollamada habría significado mucho para Alison. Pero nunca llegó”.
Alison enfrentó varios desafíos de salud durante su vida y se le diagnosticó con VIH en 1990. En los últimos años, su estado de salud se deterioró significativamente debido a complicaciones médicas, su adicción a las drogas y problemas financieros. Su muerte ocurrió por un “fallo en sus órganos internos” y, al estar bajo vigilancia médica, no sufrió ningún dolor.
Fue el propio Baker, amigo y representante de Alison en materia de atención médica, quien relató cómo Alison esperaba poder reparar aún su fracturada relación con su hermana menor. En entrevista para DailyMail.com: “sé que su último deseo era haber podido al menos tener una conversación con Mariah”.
Hasta el momento la cantante no ha hecho ninguna declaración extra, pues en su último comunicado había expresado: “Agradezco el amor y el apoyo de todos y el respeto a mi privacidad durante este momento imposible”.