Esta semana se ha estrenado la serie Cristóbal Balenciaga de Disney+, la cual comienza desde los años en los que el modisto vasco estableció su casa de moda en París, en 1937, hasta su abrupto retiro, tiempo en el cual trabajó con él que fue su mano derecha, Ramón Esparza.
Además, esta producción muestra también las personas más cercanas a él, como este diseñador, que fueron parte fundamental para que pudiera convertirse en uno de los más grandes referentes de la alta costura del siglo XX.
¿Quién fue Ramón Esparza y cómo llegó a la dirección creativa de Chanel?
Ramón María Esparza Viela nació un 16 de mayo de 1923 en la villa Navarra de Lesaca y era considerado como el genio —poco reconocido y en las sombras— detrás de las creaciones de la maison Balenciaga.
Comenzó a trabajar con Balenciaga después de la muerte de su socio y pareja, Wladzio D’Attainville, en 1949. En ese entonces, el joven navarro entró al taller de Cristóbal y con el tiempo se convirtió en su mano derecha y “compañero de vida durante 25 años”, como muchos lo han definido.
De hecho, Mariu Emilas, autora del libro Balenciaga: mi jefe, menciona que Esparza fue siempre un fiel colaborador del vasco y alguien dispuesto a ayudarle en todo lo necesario. “Siempre estaba en las pruebas y en los preparativos de la colección, ya fuera para darle el alfiler o para, incluso, atreverse a dar su opinión. Tenía el ojo muy educado”. Una habilidad que lo llevó a formar parte de las filas de la firma Chanel después de que Balenciaga muriera en 1972.
Esta incorporación a la casa de moda francesa parecía, en teoría, ser una buena apuesta dado que Ramón Esparza fue el brazo derecho de Cristóbal Balenciaga y podía darle un refresh, ya que en ese entonces Chanel había pasado a un segundo plano.
Con esto, Ramón se convirtió en el primer y único diseñador español que estuvo al frente de la dirección creativa la maison francesa luego de la muerte de su fundadora Gabrielle. Sin embargo, solo duró en el cargo por menos de un año, ya que la única colección que presentó, trabajando para la firma, fue destrozada por la crítica.
Las prendas y diseños no fueron del agrado de varios expertos, por lo que finalmente optó por retirarse y emprender otros proyectos, principalmente a divulgar la obra de su maestro en diferentes exposiciones.
