Después de 14 meses de su idílica boda sucedida en junio de 2022, la famosa pareja conformada por la cantante pop Britney Spears y el actor iraní-estadounidense Sam Asghari confirmó su separación por medio de redes sociales, aunque de manera no oficial.
A través de una publicación hecha en formato de historia, en Instagram, el también bailarín dijo que los rumores acerca su divorcio eran completamente ciertos y que pedía discreción al respecto, por respeto a él y a la intérprete.
La unión nupcial de los famosos, había sucedido tras verse tangibles los resultados del movimiento “Free Britney” y ahora se ha confirmado que está por comenzar una batalla legal y financiera entre los miembros del fallido matrimonio.
Asghari exige privacidad para llevar el proceso de separación
Alrededor de todo un ambiente lleno de especulaciones sobre infidelidad y chantaje por parte de Sam, el modelo de videos musicales solicitó a la audiencia que fueran “amables y considerados” con él y Britney en la nueva etapa que emprenderán por separado.
“Después de 6 años de amor y comprensión mutua, mi esposa y yo hemos decidido terminar nuestro viaje juntos. Mantendremos el amor y respeto que nos tenemos y le deseo lo mejor siempre”, fue lo escrito por Asghari; mientras que la intérprete de “Toxic” no ha hecho ninguna declaración al respecto.
Medios estadounidenses ya auguraban el final de la relación comenzada en 2016, después de que los paparazzis captaron a los famosos sin portar sus anillos de compromiso puestos, comenzando rumores de peleas, sucedidas a causa de “diferencias irreconciliables”.
Por su parte, la agencia TMZ aseveró que dentro de la relación había violencia y discusiones constantes, en las que incluso habían intervenido elementos de seguridad en meses anteriores debido a la presencia de golpes, lo que podría hacer que la separación represente, en realidad, un alivio para Britney, quien ha vivido en el escándalo durante toda su vida.
