Nicole Kidman ganó el premio a la Mejor Actriz en la 81.ª edición del Festival de Venecia. La actriz, quien hace una semana había presentado la película Babygirl en la afamada “mostra”, volaba a Italia para recoger su galardón, cuando, al aterrizar, se enteró que su madre había fallecido, tras una larga enfermedad.
En la Ceremonia de Clausura, la directora de la cinta Babygirl, Halina Reijn, recogía la Copa Volpi y transmitía un emotivo mensaje de parte de Nicole: “Llegué a Venecia y, poco después, me informaron de que mi querida y valiente madre había fallecido. Estoy en estado de shock y necesito volver con mi familia, pero este premio es para ella, para mi madre”.
La madre de Nicole, Janelle Ann Kidman, falleció a los 84 años, y aunque no se comentaron los detalles de su desceso, se sabe que había sido diagnosticada con cáncer de mama en la década de 1980.
Estoy en estado de shock y necesito volver con mi familia
Janelle Ann Kidman, la inspiración de Nicole
La vida de Janelle Ann Kidman, madre de Nicole, estuvo marcada por la fortaleza y el amor familiar. Diagnosticada con cáncer de mama a una edad temprana, su lucha inspiró profundamente a su hija. A pesar de enfrentar desafíos de salud, Janelle siempre fue un pilar fundamental en la vida de la actriz.
“Estoy más que agradecida de poder decir su nombre a todos ustedes a través de Halina. Mi corazón está roto. Los quiero. Nicole”, expresaba la actriz en el comunicado leído por Reijn. Por eso, devastada, la intérprete decidió viajar a su ciudad natal para poder despedirse de su madre y recibir el consuelo de su familia.
La agenda profesional de Nicole la había mantenido muy ocupada en últimas fechas, pues hace una semana presentaba Babygirl en Venecia, junto a Antonio Banderas, y hace unos días acudía al estreno de la cinta The Perfect Couple, en los Ángeles.
Si bien la actriz no había comentado el estado de salud de su madre, su esbelto porte lucía más delgado de lo normal. Y había despertado comentarios y críticas.
Entrevistada durante la pandemia, la actriz expresaba lo que extrañaba a su madre en el confinamiento, reflejando la estrecha relación que tenía con ella: “Me encantaría poder tomar una taza de té con mamá y sentarme en el balcón y hablar de la vida, y que ella me diga qué debería estar haciendo”.
Así, el que sería uno de los días más felices en la trayectoria de Nicole Kidman, ha terminado por ser uno de los más tristes de su vida. Descanse en paz, Janelle Ann Janelle Ann.