Drácula: el vampiro por excelencia que también encarna la seducción del monstruo, por muy aterrador que sea. A lo largo de la historia del cine de terror, muchos actores se han puesto en la piel de este personaje, pero solo algunos lo han sabido interpretar con toda la magnificencia que el personaje amerita. ¿Quiénes han sido los mejores actores que han interrpetado a Drácula? Pasemos a la oscuridad para descubrirlo…
Bela Lugosi en Drácula (1931)
“I´m Drácula”. Cómo olvidar las palabras que inmortalizaron al gran Bela Lugosi como el Drácula más emblemático de todos los tiempos. El aspecto elegante, siniestro y exótico del actor húngaro pasó a formar parte de la cultura pop y fue fundamental para que la producción de Tod Browning, Drácula, se convirtiera en una de las cintas de vampiros indispensables.
Después de este papel, Lugosi siguió participando en otras producciones de terror y fantasía al lado de otras figuras míticas como Boris Karloff, pero en ninguna logró brillar tanto como en el papel del mítico conde de Transilvania. Cuando pensamos en los actores que hicieron de la Universal Pictures el primer gran estudio que explotó el género del horror, Bela Lugosi debe aparecer en primer sitio.
Christopher Lee en Drácula (1958)
Mientras que el Drácula de Lugosi era elegante y recatado, el vampiro interpretado por Christopher Lee era sanguinario y salvaje. Este actor inglés le dio a la productora Hammer Films muchas de sus mejores producciones acompañado de otros figuras sublimes como el también actor Peter Cushing y el director Terence Fisher.
El papel de Lee como el conde fue tan redondo que lo encarnó muchas veces más: Drácula, Príncipe de las Tinieblas (1966), Drácula vuelve le la tumba (1968), El Conde Drácula (1970), El poder de la sangre de Drácula (1970), Las cicatrices de Drácula (1970), Drácula 73 (1972), Los ritos satánicos de Drácula (1973) y Drácula Padre e Hijo (1976).
Aldo Monti en El Vampiro y el Sexo (1968)
Este es un buen momento para recordar que el actor italiano también encarnó el papel de Drácula y lo hizo con notable presencia en el cine mexicano. Monti se puso la capa de este personaje para la película El vampiro y el sexo, una producción de 1968 dirigida por René Cardona. Debido a lo erótico de su propuesta y los desnudos explícitos aparecidos en pantalla, la cinta se dio a conocer en México con escenas censuradas y con el título Santo en el tesoro de Drácula, aligerando totalmente el auténtico sentido y significado del título original.
Dentro del universo del cine nacional de terror y fantasía, Monti también participó en la cinta de Carlos Enrique Taboada, El libro de piedra, la cual ha pasado a la historia como una de las mejores producciones sobre brujería en el cine mexicano.
Paul Naschy en El gran amor del conde Drácula (1973)
Cuando hablamos sobre cine español de terror (conocido como fantaterror), el nombre de Paul Naschy es uno de los más importantes. Además de ser Drácula en la producción de culto El gran amor del conde Drácula que se rodó en 1973, Jacinto Molina Álvarez (nombre verdadero de Naschy) se colocó la piel de diversos monstruos en su trayectoria como actor de cine.
Alguna vez afirmó en entrevista para El País, que “Mi Drácula se anticipó al de Coppola en la idea de la liberación del vampiro por amor. Aunque debo puntualizar que la película de Coppola es una obra maestra absoluta, despreciada por algunos ignorantes”.
Klaus Kinski en Nosferatu, el Vampiro (1979)
A diferencia de los otros actores que han encarnado a Drácula, Klaus Kinski es el único de esta lista que prescindió de la apariencia seductora del vampiro para mostrarnos el rostro de un auténtico monstruo. Digno heredero del personaje interpretado por el magistral Max Schreck en Nosferatu (1922) de F.W. Murnau, la soberbia interpretación de Kinski es una de las más recordadas por los amantes del cine de horror.
Pocas veces se ha visto cómo un remake logra estar a la altura del original (o incluso superarlo). Nosferatu, el Vampiro del alemán Werner Herzog es muestra de ello. Una cinta preciosista que sigue vigente como en el año de su estreno. Buena parte de su fuerza arrolladora está en la magnífica interpretación de un melancólico y oscuro vampiro por parte de Klaus Kinski.
Gary Oldman en Bram Stoker´s Drácula (1992)
La lista se cierra con el gigantesco Gary Oldman, quien en 1992 dio vida a Drácula bajo la dirección de Francis Ford Coppola. Llama la atención cómo de esa fecha hacia acá no ha vuelto a existir un Drácula a la altura del personaje. El listón dejado por Oldman es muy alto, pues encarnó al vampiro no solo en su faceta más elegante, sino también más monstruosa.
Asimismo, esta cinta de Coppola sigue siendo una de las adaptaciones más siniestras y exactas de la novela escrita por Bram Stoker en 1897. Tiene las dosis de oscuridad, romance y drama adecuados para seguir brillando a casi 30 años de su estreno. Y en gran parte es debido a la magistral interpretación de Gary Oldman.
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