Una de las modelos más icónicas de la escena de los 90 ‘s fue Kate Moss. Su gran talento y belleza la llevaron a protagonizar las campañas de las firmas de moda más famosas a nivel mundial, como Calvin Klein, Gucci, Burberry, Dior, entre otras.
Continuando su legado, Moss transmitió sus enseñanzas y elementos genéticos de su gran físico a su hija Lila Grace Moss, quien también ya se ha consolidado como una de las modelos más prometedoras de la escena.
Sin embargo, pese a la similitud en su belleza, los estilos de Kate y el de Lila Grace poseen diferencias muy evidentes, las cuales permitieron a la menor de las Moss acuñar su propio sello con base en la originalidad.
El estilo de Lila Grace Moss
Si bien, la carrera de su madre se consolidó a partir de mostrar una imagen grunge y minimalista, Lila Grace decidió acotar su estilo a los estándares de belleza actuales, los cuales contemplan un físico que proyecta salud y estilo.
La hija de Kate Moss irrumpe en el modelo de extrema delgadez que su madre impuso hace unas décadas y ha optado por protagonizar campañas de firmas como Versace y Miu Miu modelando un físico y estética apegados al maximalismo y lo kitsch.
En su mejor época, Kate solía desfilar con su delgado cuerpo como accesorio principal, únicamente complementado por piezas icónicas de la marca que estuviera representado en ese momento.
Del lado contrario se encuentra el estilo de modelaje de Lila, quien se esmera, junto con sus estilistas, en conjuntar una variedad de prendas que denoten y reiteren el estilo de la firma para la cual trabaja y a su vez reitera que su físico se acota más allá de un estándar de tallas.
En conclusión, por su parte, Kate Moss comprobó la teoría de que “menos es más” y su hija refutó su planteamiento, dejando ver al público que las combinaciones extravagantes también son sinónimo de sofisticación.