Jocelyn Wildenstein, de origen suizo y conocida mundialmente como la “mujer felina” o “catwoman”, recientemente perdió la vida, sin embargo, a través del paso del tiempo se convirtió en un ícono de la cirugía estética extrema.
La transformación física de la mujer felina comenzó a finales de los años 90, cuando decidió someterse a múltiples procedimientos quirúrgicos con un objetivo muy particular: asemejarse a un felino, supuestamente para complacer a su entonces esposo, Alec Wildenstein, un multi millonario comerciante y apasionado de los grandes animales salvajes, especialmente de los linces, sin embargo ella lo negó en varias ocasiones, así lo dio a conocer Infobae.
De acuerdo con diversas fuentes, Jocelyn Wildenstein se habría sometido a más de 30 cirugías estéticas, cuyo costo total superó los 4 millones de dólares. El primer procedimiento documentado fue una intervención en los párpados, que marcó el inicio de un largo proceso de modificaciones que incluyó pómulos, labios, mandíbula y otras partes de su rostro. Con el tiempo, su apariencia adquirió rasgos tan drásticos que su transformación atrajo la atención de los medios de todo el mundo.
El impacto de su transformación física no solo fue personal, sino también público. El rostro de la mujer felina se convirtió en el centro de opiniones y especulaciones, lo que la alejó progresivamente del ojo público.
¿Qué le pasó a Jocelyn Wildenstein?
Jocelyn Wildenstein, apodada “mujer felina” o “catwoman” por sus rasgos felinos tras numerosas cirugías plásticas, falleció el 31 de diciembre en París a los 84 años a causa de una embolia pulmonar. Su transformación extrema y vida extravagante la convirtieron en un ícono mediático, dejando un legado controvertido en el mundo del espectáculo y la cirugía estética.
Por lo que sin duda, la socialité Jocelyn Wildenstein seguirá siendo un caso emblemático de la cirugía estética extrema y sus implicaciones personales y sociales.