La conversación que se ha generado alrededor del Titanic tras la tragedia del sumergible Titán en el que fallecieron 5 tripulantes, trae a la mesa una historia de amor que pocos conocen y que también tuvo un final inesperado tras el hundimiento del barco en 1912.
Seguramente recuerdas la escena de la película Titanic, en la que aparece recostada y abrazada una pareja de abuelitos, cuando el barco comienza a hundirse. Pues bien, James Cameron se basó en la historia real de Isa e Isidor Strauss, copropietarios de los almacenes Macy’s en Nueva York, para esta toma.
La pareja viajaba en primera clase a bordo del Titanic, por lo que les ofrecieron un lugar en los botes salvavidas, a Ida por ser mujer (obedeciendo a la regla “sólo mujeres y niños”) y a Isidor, por su posición social. Él se negó a subir argumentando que no le quitaría el lugar a una mujer con hijos y ella, quiso quedarse junto a su esposo.
Durante años, se corrió la voz entre los sobrevivientes sobre lo que Ida le había dicho a Isidor cuando rechazaron los asientos: “Hemos vivido juntos y moriremos juntos”. James Cameron se conmovió con la historia y quiso representarlos con la famosa escena, incluso, dicen que la parte en la que rechazaron los asientos se grabó, pero finalmente no apareció en la edición final de Titanic.