Además del éxito y la fama, la vida de Linda Evangelista ha contado con toda una serie de matices dolorosos, ya que, además de la tormentosa relación que vivió con Gérald Marie, ex jefe de la agencia de modelos Elite Model Management en París, la canadiense ha tenido que enfrentar un duro camino tras quedar “deformada”, después de haberse sometido a un procedimiento estético conocido como criolipólisis.
La top model de actualmente 58 años de edad, ha relatado a medios, como la revista estadounidense People, el sufrimiento que le ha causado haber tenido que enfrentar las consecuencias del tratamiento también llamado CoolSculpting, teniendo que enfrentar períodos de depresión y tristes patrones de comportamiento, como dejar de verse al espejo.
¿En qué consiste el tratamiento que deformó la imagen de Linda Evangelista?
La criolipólisis es un tratamiento de eliminación de grasa que se realiza mediante el enfriamiento controlado de las células adiposas. Esta técnica fue desarrollada por investigadores de la Universidad de Harvard y se basa en el hecho de que las células adiposas son más sensibles al frío que los tejidos circundantes.
Linda declaró ante The Times que fueron siete las sesiones de este tratamiento, realizadas entre 2015 y 2016, las que provocaron su mal. También relató que se había sentido motivada a practicarse el procedimiento ya que buscaba eliminar grasa de su mandíbula, muslos, estómago y espalda.
Sin embargo, la vida de Evangelista cambiaría por completo después de haber transcurrido tres meses una vez terminado el tratamiento “no invasivo”, ya que una mala praxis médica, hizo que el físico de quien fuera una de las mujeres más bellas en los 90´s presentara protuberancias duras y entumecidas, que ni la liposucción ni el uso de prendas de compresión corporal total pudieron corregir, lo cual se le diagnosticó más tarde como hiperplasia adiposa paradójica, PAH en sus siglas en inglés.
Linda Evangelista enfrenta el miedo de “verse en el espejo”
Respondiendo a medios que habían señalado a la imagen mostrada en tiempos recientes como “irreconocible”, la modelo decidió romper el silencio, en septiembre de 2021, y aclarar lo que sucedía con su salud por medio de su cuenta de Instagram, donde colocó un texto donde se leía que su condición le había causado sentimientos de odio hacia sí misma y un rezago profesional, por lo que avanzaría en la demanda de indemnización en contra de clínica Zeltiq Aesthetics Inc., donde se sometió al procedimiento.
“En el proceso me he convertido en una reclusa”, declaró Linda en redes sociales, para más tarde confesar ante People que ya no soporta mirarse al espejo porque no se reconoce y que su identidad como Linda Evangelista, supermodelo “ha desaparecido”.