La amplia obra filmográfica en la que aparece la actriz de Hollywood Hilary Ann Swank, de 49 años, trata temas que van más allá del entretenimiento y que, sin duda, dejan pensando al espectador acerca de cómo aplicar las lecciones de la trama a su propia vida.
Tal es el caso de Posdata: te amo (2007), un filme que retrata cómo es afrontar la viudez cuando se forma parte de una pareja joven en la que, desafortunadamente, uno de los miembros que la conforman fallece de manera inesperada.
Y, aunque la trama se centre en el caso particular de un matrimonio joven, las lecciones sobre cómo sobrellevar un duelo se vuelven universales.
Las lecciones sobre el duelo aprendidas en Posdata: Te amo
La producción protagonizada por Hilary Swank, Gerard Butler y Lisa Kudrow trae consigo varias enseñanzas sobre el amor, pero también sobre el desapego.
El argumento comienza con escenas donde parece que los miembros que integran la pareja principal de la trama han nacido el uno para el otro y prescindir de la otra mitad haría perder el sentido de la vida de la persona que más adelante sufrió de la pérdida.
Sin embargo, aunque este sea un pensamiento recurrente del amor romántico, conforme se va desarrollando la historia podemos notar que la dependencia es una falsa idea de las relaciones y de que se puede afrontar la vida de manera autónoma, aún sin las personas a las que les otorgamos el título de “complemento”.
La historia retrata como el personaje interpretado por Butler muere de un tumor cerebral y deja una serie de tareas a su viuda para que conforme vaya realizándolas se dé cuenta de la gran red de apoyo que posee a su alrededor, se sienta agradecida y finalmente descubra cómo la vida tiene sentido a pesar de seguir extrañando a quien ya no está en nuestras vidas.