Gracias a su gran talento, Kate Winslet logró despegar su carrera en Hollywood. Sin embargo, una déspota exigencia por parte de los productores pudo haber truncado su sueño de convertirse en una de las actrices más reconocidas del mundo.
La protagonista de Solo un sueño (2008) reveló el año pasado al periódico británico The Sunday Times que al comenzar su carrera recibió hirientes discursos por parte de sus profesores en la escuela de actuación, que se referían a ella como “gorda”, debido a no encajar estrictamente en el estándar de tallas en los años 90.
Quienes no confiaban en la capacidad actoral de Winslet le decían que si quería formar parte de la industria del cine, tendría que conformarse con “papeles de gorda”.
Kate Winslet rompe el silencio contra las opresiones para las mujeres de la industria del entretenimiento
Además, las confidencias de Kate al medio relatan que cuando los encargados de los proyectos llamaban a su manager, solían preguntar acerca de la actriz “¿Cómo está su peso?”, lo que tanto en ese entonces, como ahora le parece una falta de respeto, ya que este tipo de preguntas no contempla el efecto que pueden tener en la salud mental de quien las escucha.
Ahora, como toda una defensora del movimiento “body positive” y del feminismo, Kate Winslet reivindica el poder de los cuerpos naturales y sin retoque, luciendo sus 47 años de edad en toda plenitud.
La co-protagonista de Titanic (1997) ha demostrado que no tiene miedo a mostrarse tal y cómo es y que lamenta mucho todas las presiones que la industria del cine y otro tipo de negocios exigen sobre las mujeres, a quienes invita a romper estereotipos y mirar más allá de la talla.