Julio Iglesias cantó frente a las pirámides de Egipto, grabó con Frank Sinatra y actuó frente a la ex reina Isabel II. Ahora, en su cumpleaños 81, nos centramos en los amores que forman parte de la leyenda y han sido uno de los motores de su corazón.
La carrera de Julio Iglesias es una lista interminable de triunfos, imposible de citar uno a uno sin caer en una repetitiva enumeración.
Algunos ejemplos de sus logros son: primer millón de discos vendidos en 1971; premio al mayor vendedor de álbumes en el mundo de su compañía, Columbia Records, en 1972; primera actuación en el Carnegie Hall de Nueva York, en 1974; concierto en el Madison Square Garden, 1976 (las entradas se agotaron en pocas horas), y en 1977 alcanzó la cifra de 35 millones de acetatos comercializados en todo el globo, mientras su producción El amor ocupó los lugares principales en 44 países.
El amor es como el vino. Beber poco está bien, pero vaciar la botella da dolor de cabeza
El fenómeno Iglesias
En esa época, cuentan que las primeras damas del planeta se lo disputaban; la princesa Grace de Mónaco lo invitó a la Gala de la Cruz Roja en Montecarlo; cantó en un concierto benéfico en Virginia, bajo la mirada ensimismada de la primera dama de Estados Unidos, Nancy Reagan; la reina Sofía asistió a su concierto en el Camp Nou de Bar-celona ante 80 mil espectadores... pero la ‘primera dama’ de su corazón (por lo menos, durante un tiempo) se llamó Isabel Preysler.
Julio e Isabel fueron la pareja it de la España franquista. Ella llegó de Filipinas donde, según los rumores, había tenido un amor inconveniente, por lo cual sus padres decidieron enviarla al país ibérico.
En 1970, la joven de exótica belleza era una presencia habitual en las fiestas de la alta sociedad madrileña, mien-tras que Iglesias ya era la estrella montante de la canción.
Bastó que un amigo en común los presentara ese año para que la mecha del amor se encendiera. En enero de 1971, se casaron en Illescas, Toledo, con Isabel embarazada de dos meses, lo que, por aquella época, suponía un escándalo.
El 3 de septiembre de ese año nació su primera hija, María Isabel, conocida como Chábeli. Le siguieron Julio José, en 1973, y Enrique, en 1975.
“Creía que sería un buen marido y un buen padre de sus hijos. Julio no era nada de esto”, afirmó Pilar Eyre en la biografía no autorizada Un amor de Oriente.
Y el mismo cantautor lo admitió: “He sido fiel al amor, pero no un hombre fiel”, dijo en una entrevista a la cadena española Antena 3.
En cuanto a sus aptitudes de progenitor, también reconoció: “No he sido un padre muy apegado a mis hijos y no tuve tiempo para estar con ellos. Para mí, un padre es el que los lleva al colegio, les pide las lecciones”.
No, él no era nada de eso y luego de siete años, el matrimonio llegó a su fin. La separación fue un golpe para Julio (nunca pudo digerir que Isabel lo dejara), pero, según confesó su hijo Julio José en una entrevista a TVE, “no fue un trauma para nosotros. Nuestra infancia fue dife- rente a la del resto de niños, ya que en ocasiones veía a mi padre cuatro días al año, decía cuatro cosas y nos había dicho todo para tres años”.
He amado mucho y he sido y sigo siendo un flirteador natural. Pero cómo no hacerlo, si la vida siempre coquetea conmigo.
Los romances de Julio Iglesias
Ya en Estados Unidos y recién divorciado de Isabel, sumaba lo mismo éxitos que conquistas, inclusive si dicha expresión, a la fecha, no le agrada.
Lo más bonito de todo dentro del amor es el propio acto de amar”, confesó hace algunos años al periódico brasileño O Dia.
La cifra de 3,000 chicas en su vida no corresponde a la reali-dad: “Julio era exageradísimo. La agenda la tengo yo y no hay ni 3,000 mujeres, ni 300.
Por lo menos, en los 15 años que estuve con él no hubo tantas”, afirmó su exrepresentante Alfredo Fraile, a la revista digital Qué.es.
Sin embargo, Vaitiare Bandera, su compañera sentimental durante seis años, aseguró en su libro Muñeca de trapo que “le gustaba llevar una mujer distinta a su cama cada noche”. Algunas eran famosas (se habló de Bianca Jagger, Priscilla Presley y Diana Ross), aunque la mayoría era anónima.
Miranda: su gran amor
La historia de la relación entre Julio Iglesias y Miranda Rijnsburger comenzó en 1990, cuando se conocieron en una discoteca en la isla de Ibiza, España.
En ese momento, Julio Iglesias ya era una leyenda mundial, mientras que Miranda Rijnsburger era una joven modelo holandesa.
A pesar de la diferencia de edad de 22 años, Julio e Miranda comenzaron a salir y su relación se fortaleció con el tiempo.
Durante su relación, Julio e Miranda fueron muy discretos y mantuvieron su vida privada lejos del ojo público. Aunque se rumoreaba que la pareja estaba casada, no fue hasta 2010 que celebraron una ceremonia de matrimonio en Marbella, España. La ceremonia fue muy íntima y solo estuvo presente un grupo selecto de amigos y familiares.
A lo largo de los años, la relación entre Julio e Miranda ha sido sólida y han demostrado ser una pareja comprometida y feliz. Han disfrutado de su tiempo juntos viajando y criando a sus hijos. A pesar de la fama y el éxito de Julio Iglesias, la pareja ha mantenido una vida tranquila y familiar lejos de los reflectores.
He tenido mi mente más clara, escribiendo mis memorias
Esperadas memorias
El artista ha anunciado que prepara sus memorias con un escritor importante cuyo nombre no ha querido revelar, proyecto que lleva cocinándose desde hace un lustro.
Al respecto, Julio comentó “es un grande, grande, grandísimo. Es un libro para contar lo que las demás gentes han hablado mal. Tengo que hacerlo, es la edad y el momento justos, pues la memoria no me falla aún”.
El 30 de mayo, a través de un post en su cuenta de Instragram, reiteró que está trabajando en un libro autiobiográfico:
“Estoy muy preocupado por todo lo que causa el haber elegido un pequeño tiempo de soledad. De una manera mal educada para aquellos que han hecho dudar de mi salud, les diría que estoy DPM, pero para las gentes que me quieren de verdad por tantos años, decirles que nunca, he tenido mi mente más clara, escribiendo mis memorias y les agradezco con toda mi alma, su cariño de siempre”.