La reciente muerte del empresario Luis Ortiz ha conmocionado a la jet-set de Marbella, ciudad de la cual se convirtió en todo un emblema junto con su ex mujer, Gunilla von Bismarck. Ambos se ganaron un emblemático lugar en el corazón de los demás gracias por su espíritu fiestero, así como por su estilo y glamur.
Luis falleció en el Hospital Quirón de Marbella el pasado lunes 16 de septiembre y al momento de su deceso se encontraba rodeado de su exmujer y de su hijo. Y si bien se desconoce la causa exacta de muerte, su salud ya se encontraba muy deteriorada debido al cáncer que padecía desde hace años.
Mientras que tras esta lamentable noticia, es inevitable recordar su historia de amor con la condesa alemana, pues ambos se convirtieron en los máximos anfitriones de las exclusivas noches y fiestas de la Costa del Sol.
La historia de amor de Luis Ortiz y Gunilla von Bismarck
Luis y Gunilla se cruzaron por primera vez en el ‘Marbella Club’ en el año 1971, cuando tenían 21 y 22 años, respectivamente. Mientras que ambos comenzaron a salir en 1972. Sin embargo, muchos años después la propia aristócrata alemana declaró a la periodista Nieves Herrero que su amor fue a primera vista.
“Me gustó nada más verlo. Cómo andaba, cómo se movía, esos ojos de Bambi... Era una persona muy natural, nada artificial. Fue un gran amor. Estaba lleno de vida y eso fue lo que me enamoró", relató.
Después, la pareja decidió dar el siguiente paso y se casaron en 1978, en una ceremonia celebrada en el castillo de Friedrichsruh, en Alemania. Una propiedad perteneciente a la familia de Bismarck. Y del fruto de su amor procrearon a su único hijo, Francisco José Ortiz von Bismarck, quien nació en 1980.
Esta boda, por su parte, fue una de las más sonadas de la época y tuvo 120 invitados, entre ellos los reyes Carlos XVI Gustavo y Silvia de Suecia, además de amistades cercanas a Gunilla, así como personalidades de la alta sociedad española como Cari Lapique y su esposo Carlos Goyanes.
Por otra parte, tanto su noviazgo como su matrimonio siempre estuvieron rodeados por las fiestas, el, lujo, la diversión y la jerga, pues recordemos que Luis, además de ser hijo de Francisco Ortiz, el censor más rígido del franquismo, también era conocido por su alma fiestera. Incluso, formó parte de “Los Choris”, el grupo que animaba las noches en Marbella.
En tanto que Gunilla también proviene de la aristocracia alemana y además es bisnieta del canciller encargado de la reunificación de Alemania, Otto Bismarck. Así que, viendo sus orígenes, su matrimonio fue el match perfecto que aderezó esas noches exclusivas y eventos de la alta sociedad de Marbella.
Sin embargo, y como toda pareja, tuvieron sus altibajos, pues entre los excesos con el alcohol del empresario y el estilo de vida Gunilla, que pasaba temporadas en Suiza, Mónaco y Brasil, terminaron por pasarle factura a la relación. Tanto así que decidieron divorciarse en 1989.
Pero aunque en el papel hayan decidido separarse, el amor de Luis y su exmujer nunca se acabó por completo ya que al año siguiente decidieron volver a vivir juntos y centrarse en su hijo Francisco. Algo que no cambió en los siguientes años y que siguió así hasta la muerte del empresario español.