Aunque el carisma y personalidad de Renée Zellweger ha cautivado generaciones, su rostro ha experimentado una notable transformación a lo largo de su carrera. La actriz, conocida por sus papeles en películas como “Bridget Jones’s Diary” y “Chicago”, ha sido objeto de numerosos titulares debido a los cambios en su apariencia.
Los orígenes de Renée
Nacida en Texas en 1969, Renée Kathleen Zellweger descubrió su pasión por la actuación durante sus estudios de Literatura Inglesa en la Universidad de Texas en Austin. Su debut en el cine llegó en 1992 con A Taste of Killing, aunque cobró notoriedad tras actuar en La matanza en Texas: La nueva generación, de 1994. Sin embargo, su papel protagónico en Jerry Maguire, junto a Tom Cruise, la catapultó a la fama internacional en 1996.
La versatilidad de Zellweger quedó demostrada con sus icónicas interpretaciones en ‘El diario de Bridget Jones’ y ‘Chicago’, por las cuales obtuvo nominaciones consecutivas al Óscar. Su interpretación de una granjera sureña en ‘Cold Mountain’ le valió el premio de la Academia a Mejor Actriz de Reparto, consolidando su posición como una de las actrices más talentosas de su generación.
¿Qué le paso a Zellweger?
Tras varios años inmersa en una carrera vertiginosa, con un promedio de cinco estrenos cinematográficos al año, Zellweger reconoció la necesidad de un descanso en 2010. Su retiro de la actuación duró seis años: “La agenda me había atrapado y no me estaba cuidando. Estaba realmente exhausta y tomaba decisiones que no eran precisamente saludables. (...) Solo necesitaba apartarme y tener una perspectiva diferente para poder tomar decisiones más saludables”, afirmó en entrevista.
Fue en una aparición en 2014, cuando la actriz era reconocida como mujer del año, que los cambios en su imagen fueron notorios y ampliamente comentados bajo titulares que cuestionaban “¿qué se hizo en el rostro?”. En esos momentos, la actriz literalmente dio la cara y explicó: “Me alegra que la gente piense que me veo diferente. Estoy viviendo una vida diferente, feliz y más plena, y me emociona que tal vez se note”. En esa ocasión negó haberse retoques estéticos, argumentando que “soy diferente. Soy feliz”.
En una columna de opinión de The New York Times, Julia Baird señalaba: “Zellweger negó haberse sometido a cirugía plástica, pero para los críticos su pecado no fue sólo envejecer, sino parecerse demasiado a una horda de otras estrellas y mucho menos a su yo más joven. Que es lo que sucede cuando habitas una galaxia donde las arrugas no son un signo de edad, sino de descuido y falta de dinero”.
La evolución de una estrella
En 2016, Renée Zellweger hizo un esperado regreso a la gran pantalla con ‘Bridget Jones’s Baby’, la tercera entrega de la exitosa franquicia. La película, que recibió críticas positivas y una cálida acogida por parte del público, marcó el regreso triunfal de Bridget Jones, quien ahora se enfrentaba a los desafíos de la maternidad y las complejidades de la vida moderna.
Sin embargo, el regreso de Zellweger no estuvo exento de comentarios sobre su apariencia, tal como expresó Owen Gleiberman en una polémica columna editorial: “Al ver el tráiler, no me quedé mirando a la actriz y pensé: “No se parece a Renée Zellweger”, sino: “No se parece a Bridget Jones”. Curiosamente, eso hizo que fuera más importante. Las celebridades, como cualquier otra persona, tienen derecho a lucir como quieran, pero los personajes que interpretan se convierten en parte de nosotros. De repente, sentí que me habían quitado algo”.
Otra vez, su apariencia física, notablemente diferente a la de sus primeras apariciones, generó un intenso debate en los medios de comunicación. La actriz, lejos de sentirse incómoda, aseguró que su nuevo aspecto era resultado de un estilo de vida más saludable y feliz. “No es que sea asunto de nadie”, escribió en una columna propia para The Huffington Post “pero no tomé la decisión de alterar mi rostro y operarme los ojos”.
La actriz da la cara
Algunos expertos cirujanos se aventuran a explicar el cambio en las facciones de la actriz, explicando que probablemente se hizo: “algunos retoques de Cirugía Estética. Posiblemente un estiramiento facial que ha eliminado arrugas y ha elevado sus pómulos. Así como una blefaroplastia que ha modificado su contorno de ojos hacia unos más redondos”, como apunta el doctor Juan Martínez Rodríguez.
Desde su regreso a la pantalla grande en 2016 con ‘Bridget Jones’s Baby’, Renée Zellweger ha demostrado una versatilidad y un talento excepcionales. Su interpretación de Judy Garland en ‘Judy’ le valió el Oscar a la Mejor Actriz, consolidando su estatus como una de las actrices más destacadas de su generación. Además de sus éxitos en el cine, Zellweger ha explorado nuevos formatos como las series de televisión, participando en producciones como ‘Dilema’ de Netflix.
En 2019, la actriz habló sobre el derecho de envejecer en Hollywood: “¿Por qué hablamos de cómo lucen las mujeres? ¿Por qué valoramos la belleza por encima de la contribución? Parece que no valoramos la belleza por encima de la contribución de los hombres. Sencillamente, no es una conversación”.
La decisión de someterse a procedimientos estéticos es personal y cada individuo debe tomarla de acuerdo a sus propias convicciones. Sin embargo, el caso de Renée Zellweger nos invita a reflexionar.