María Dolores Velázquez Rivas, mejor conocida como Lola Cueto, fue una de las mujeres más importantes de la cutura y las artes durante la época posterior a la Revolución Mexicana, y gracias a su esposo encontró la inspiración para incursionar en el teatro guiñol y ser una de las pioneras del género en nuestro país.
¿Pero quien fue su marido y cómo ayudó a inspirarla? Lola estuvo casada con el escultor vanguardista Germán Cueto Vidal y se mudó a París, junto con él, en 1927, en donde llegó a integrarse en una comunidad de artistas.
Este viaje marcaría un parteaguas en ella, ya que estando ambos en la ciudad parisina, a su esposo Germán se le ocurrió la idea de crear marionetas y títeres, y posteriormente ella continuaría con esa labor.
Cuando los dos regresaron a México en 1932, Lola Cueto decidió seguir ese camino y se convirtió en la primera mujer en crear títeres de guante en el país. Adaptó y creó obras para el teatro guiñol, lo que sería después un proyecto de gran alcance.
Pero el impacto de su pareja no pararía ahí, ya que decidió usar su apellido para tener su “nombre artístico”, siendo así una de las primeras mujeres en hacer este cambio.
Germán Cueto fue fundador de la Academia de Arte y tenía un amplio conocimiento gracias a sus esculturas abstractas y monumentales, entre las que destaca El corredor, y el Altar de la Paz (talla de piedra) en el Museo de Arte Moderno, mientras que el Museo Nacional de Arte alberga en su colección el busto realizado en piedra volcánica por el artista.
¿Quién fue Lola Cueto?
Lola Cueto nació en la Ciudad de México en 1897 y desde niña mostró habilidades para las artes. A los 12 años comenzó a estudiar en el Instituto Nacional de Bellas Artes de la Academia de San Carlos y después se matriculó en la Escuela de Pintura al Aire Libre de Santa Anita.
Asimismo, la también diseñadora de tapetes, coleccionista de juguetes y profesora de arte, lideró el uso del teatro guiñol o infantil con fines pedagógicos justo después de la Revolución Mexicana, el cual tuvo un gran alcance.
Además, Lola también es reconocida por su amplia colección de juguetes mexicanos, y algunos de esos, ella misma los hizo, mientras que otros, incluso los pintó.
Por último, Cueto tuvo tres compañías de teatro: Rin Run, El Nahual y El Colorín. Sin embargo, con el paso de los años, este género teatral perdió relevancia, pero su legado sigue intacto.