Elizabeth “Liz” Taylor nació el 27 de febrero de 1932 en Londres, en el seno de una familia acomodada. Sus padres, Sara y Francis Taylor, eran estadounidenses y vivían con muchas comodidades. Desde pequeña, Liz destacó por sus impactantes ojos color violeta y su habilidad para la equitación, lo que la hacía resaltar entre las demás niñas de su edad.
Antes de la Segunda Guerra Mundial, la familia se mudó a California.
Su madre, decidida a convertirla en estrella, la llevó a varias audiciones hasta que finalmente consiguió pequeños papeles en el cine. Su gran oportunidad llegó en 1944 con National Velvet, donde, a los 12 años, se convirtió en una estrella infantil y capturó la atención del público y la crítica por su talento y carisma natural en la pantalla.
Amores y desamores
A los 17 años, el multimillonario Howard Hughes intentó conquistarla con joyas y dinero, pero ella lo rechazó, demostrando que no se dejaba deslumbrar fácilmente. En 1950, se casó con Nicky Hilton, heredero de los hoteles Hilton, en lo que parecía un cuento de hadas, pero el matrimonio fue un desastre y duró menos de un año debido a los problemas de abuso y alcoholismo de Hilton.
Posteriormente, se casó con el actor británico Michael Wilding en 1952, con quien tuvo dos hijos. Sin embargo, la diferencia de edad y la falta de pasión terminaron desgastando la relación, que finalizó en divorcio en 1957. Ese mismo año, Liz se casó con el productor Mike Todd, con quien tuvo a su hija Liza. Su amor fue apasionado y lleno de glamour, pero trágicamente terminó cuando Todd murió en un accidente aéreo en 1958, dejando a Liz devastada.
Cleopatra y Richard Burton: una historia de pasión
En 1963, Liz protagonizó Cleopatra, la película más cara de su época, donde conoció a Richard Burton. Su romance fue un escándalo internacional, pues ambos estaban casados cuando comenzaron su relación. Su química en pantalla y fuera de ella era innegable. Se casaron en 1964, vivieron una relación intensa y llena de lujos, pero también de excesos y conflictos.
Durante su matrimonio, compraron impresionantes joyas, incluyendo el famoso diamante Taylor-Burton de 69 quilates. Sin embargo, sus constantes peleas y problemas con el alcohol los llevaron al divorcio en 1974. En un giro inesperado, se casaron nuevamente en 1975, pero la reconciliación no duró mucho y volvieron a separarse en 1976.
Sus últimos matrimonios y su legado
Después de Burton, Liz se casó con el político John Warner en 1976, pero la vida en Washington no la hizo feliz, y terminó divorciándose en 1982. Más tarde, en 1991, sorprendió al mundo al casarse con Larry Fortensky, un obrero de la construcción al que conoció en una clínica de rehabilitación. A pesar de las diferencias entre ambos, estuvieron juntos hasta su divorcio en 1996.
Su contribución al cine dejó una huella imborrable, pero su legado más importante fue su incansable activismo en la lucha contra el VIH/SIDA. Creó la Elizabeth Taylor AIDS Foundation y recaudó millones de dólares para la causa, demostrando que su grandeza iba más allá de la pantallaElizabeth Taylor falleció el 23 de marzo de 2011, pero su belleza, talento y espíritu altruista la convirtieron en una leyenda eterna.
