Demi Moore y su magistral crítica a los cuerpos perfectos en La Sustancia

Demi Moore interpreta a Elisabeth Sparkle, una ex estrella de Hollywood que, al sentirse marginada por su edad, consume un suero del mercado negro llamado La Sustancia.

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Demi Moore ha sido nominada a su primer Óscar por su papel en La Sustancia, lo que refleja el impacto de su actuación en la industria cinematográfica

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La sustancia, es una obra maestra del body horror que nos deja valiosas lecciones de amor propio, como el hecho de que envejecer es parte de la vida, que hay que abrazar nuestra edad y que nuestro talento no tiene fecha de caducidad, y sí, personalmente, fue un aprendizaje para Demi Moore.

¿De qué se trata La Sustancia?

La película se desarrolla alrededor de la vida de la estrella de televisión Elisabeth Sparkle (Demi Moore), quien tiene un programa aeróbico, pero es despedida por su jefe, Harvey (¿les suena?, quizás es un guiño a Harvey Weinstein). Harvey, interpretado por Dennis Quaid, considera que Elisabeth ya no tiene nada que ofrecerle al público justo ahora que acaba de cumplir 50 años. Claramente es una crítica para Hollywood, que insiste en ponerle fecha de caducidad a las mujeres, además, aborda la problemática psicológica de todo lo que ellas están dispuestas a hacer por conservar la eterna juventud.

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En La Sustancia, Demi Moore interpreta a una estrella en decadencia

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Es entonces cuando Elisabeth sufre un accidente menor y en el hospital recibe un USB con la información de un proveedor que tiene una sustancia inyectable que promete darle ‘su mejor versión': más joven y con rasgos muy específicos.

El personaje de Sue, interpretado por la actriz Margaret Qualley, es la versión más joven de Elisabeth y emerge de su propio cuerpo; de inmediato alcanza la fama. Ambas versiones permanecen entrelazadas durante la trama, la cual genera sentimientos muy distintos en cada espectador. Se trata de una historia grotesca y cruda, pero al mismo tiempo, genial. Incluso varios críticos han coincidido en definir a esta película como una audaz obra maestra.

La acuación de Demi Moore

Cuando en 2003 Moore interpretó a la villana Madison Lee en Charlie’s Angels: Full Throttle, sorprendió al mundo al aparecer en la playa con un bikini diminuto, nadie daba crédito de que sus 41 años luciera así de bien. Se veía igual o mejor que su coprotagonista Cameron Diaz, que en aquel entonces tenía diez años menos.

Los ángeles de Charlie

A lo largo de su carrera y quizá sin proponérselo, o tal vez sí, Demi Moore ha puesto el foco en el físico de la mujer

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Sin darse cuenta, Moore revolucionó los estándares de la belleza en Hollywood para las actrices cuarentonas; por un lado, abrió la brecha de edad para interpretar ciertos papeles, pero también creó una expectativa de belleza a veces imposible de alcanzar para muchas intérpretes.

A pesar de que en los últimos años algunas actrices se han rebelado ante las exigencias de los cuerpos perfectos, como Kate Winslet, que se negó a ser retocada de la cintura en la película Lee, o Andie MacDowell, quien luce sus canas con orgullo, la verdad es que la industria del entretenimiento todavía está en pañales cuando se trata de mostrar la belleza natural.

De ahí que la participación de Demi Moore en La sustancia va más allá de ser un thriller capaz de mantenernos al filo de la butaca, es toda una declaración de intenciones. El hecho de que ella (que representa la belleza de Hollywood sin límites y casi inmortal), interprete a Elisabeth Sparkle es una crítica clara a los altos estándares que se han impuesto. La directora francesa Coralie Fargeat es demoledora en el mensaje tan potente que quiere transmitir.

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Demi Moore ha mencionado que su papel en La Sustancia la obligó a enfrentar sus miedos, inseguridades y ego

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La crítica a los cuerpos perfectos

Demi se luce en el papel de Elisabeth y conforme avanza la cinta presenta una imagen monstruosa tanto interna como externa, al punto que el espectador encuentra la verdadera belleza en la vejez. La moraleja es clara: es momento de abrazar nuestra realidad, abrazar lo que somos y cuidarnos más allá de los estándares que nos impone la sociedad.

Para Demi, realizar esta película también fue retador: “Lo tomé como un desafío de la mejor manera posible, porque busco esa clase de material que me empuje hacia una zona fuera del confort”, expresó en conferencia de prensa en Cannes.

Pero también fue un momento catártico en sus más de 44 años de carrera como actriz, sí, Demi es otra persona después de La sustancia: “El proceso del rodaje fue fascinante y creo que salí del otro lado con una mayor aceptación de cómo soy en la vida real. Ése fue el mejor regalo que pude haber imaginado”.

Demi Moore ha recibido su primera nominación al Óscar por su papel en La Sustancia, lo que evidencia el impacto significativo de su trabajo en la industria cinematográfica.
Sin duda, esto marca un antes y un después en la carrera de la actriz.

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