Debido a las trabas impuestas por un sistema sistema social dominado por hombres, destacan aún más en la historia las mujeres que por su gran talento y dedicación han logrado derribar las barreras del patriarcado e imponerse como las mejores en su área.
Tal es el caso de María Callas, una mujer que desafío todas sus pasiones, ingresando a un mundo donde prácticamente se tenía impensada la incursión de mujeres y mucho menos se esperaba su destaque.
Sin embargo, a partir de su privilegiada voz de soprano sfogato, la mujer mejor conocida en la historia de la música como “La Divina” logró interpretar una gran variedad de papeles en el teatro de ópera mexicano, ejecutando piezas que revivieron la nostalgia del bel canto, un estilo vocal de origen italiano que mantuvo su auge en la mayor parte de Europa durante el siglo XVIIIy principios del XIX.
¿Quién fue “La Divina”?
Maria Anna Cecilia Sofía Kalogeropulu, mejor conocida como María Callas, fue una cantante de ascendencia griega nacida en Estados Unidos, considerada la cantante de ópera más eminente del siglo xx, debido a su capacidad para interpretar obras con un espectro de registro muy amplio, el cual le permitió desarrollar roles escritos tanto para voces sopranos ligeras hasta los cantos pensados para mezzo sopranos.
Su debut y primer éxito sucedieron en 1942, dentro del contexto del estallido de la Segunda Guerra Mundial en las inmediaciones del Teatro Lírico Nacional de Atenas, con la opereta Boccacci y con la Tosca, en la Ópera de Atenas, respectivamente.
Cabe destacar que la biografía de María no se completa sin la mención de dos de los hombres más influyentes en su trayectoria: el tenor Edward Johnson, su descubridor, y el magnate Aristóteles Onassis, el amor de su vida y su esposo por casi una década.
Distinciones de María Callas
Gracias a su disciplina y al alcance del auge de su carrera por su participación en La Gioconda, de Ponchielli; en Tristán e Isolda, de Richard Wagner; en Turandot, de Puccini, entre otras emblemáticas obras de la época, Callas logró obtener varias preseas entre las que se encuentran: el Orden al mérito de la República italiana, un premio Grammy póstumo en 2007 y la develación de su estrella en el Paseo de la Fama Hollywood.
Por último, es preciso mencionar que la fama internacional alcanzada por “La Divina” también llegó a México, donde se presentó en 1950 dentro del emblemático Palacio de Bellas Artes, cantando en obras como Norma, Mi bemol -al lado del tenor Mario del Monaco-, y Rigoletto.