Pocos saben que Mette-Marit de Noruega y el príncipe Daniel, el esposo de Victoria de Suecia, comparten un vínculo que ha sido observado con gran interés por parte de los medios especializados en la realeza.
Aunque no son protagonistas centrales de sus respectivas monarquías debido a su condición de consortes, su relación sí que ha despertado cierta curiosidad, especialmente por lo que revela su lenguaje corporal en las contadas ocasiones en las que han coincidido en actos oficiales como el que hubo esta semana por el XXV aniversario de la creación de la embajada nórdica en Alemania
¿Que dice el lenguaje corporal de la princesa Mette-Marit y del príncipe Daniel?
Así pues, este evento matutino reunió a varios de los royals nórdicos, entre ellos Mette-Marit y el príncipe Daniel. Y fue justamente bajo este contexto que la revista germana Gala se dedicó a analizar los gestos y expresiones que ambos tuvieron en este acto de celebración.
Según lo que analizó esta publicación a partir de su lenguaje corporal, existe una buena sintonía entre Mette-Marit y Daniel de Suecia. Incluso, ambos compartieron varios momentos juntos en este evento, lo cual no solo deja entrever que cumplen con sus obligaciones institucionales, sino que también comparten una gran amistad.
Incluso, la citada revista también señaló que a ambos príncipes se les notaba la famosa sonrisa de Duchenne, la cual es considerada como un tipo de sonrisa genuina que expresa felicidad o alegría auténtica. Fue descrita por el neurólogo francés Guillaume Duchenne en el siglo XIX, quien descubrió que este tipo de sonrisa involucra tanto los músculos de la boca como los de los ojos.
Aunque este no fue el único gesto que tuvieron entre sí. También, en un momento dado, cuando el príncipe Daniel de Suecia charlaba con Mette-Marit le ponía su mano en el hombro y le daba da varios toques. Una acción que generalmente es vista como un acto de afecto, apoyo o camaradería.
Pero no solo entre consortes ha quedado claro que hay una buena relación ya que también las parejas de ambos, Victoria de Suecia y Haakon de Noruega, se llevan bastante bien. De hecho, en una cena de gala que hubo después de este evento matutino se vio que los cuatro sostenían una buena plática y que, además, tienen una conexión marcada por la complicidad y el apoyo mutuo.