El contraste es absoluto en la relación que el rey Felipe VI otorga a la princesa Leonor y la infanta Sofía, y el que da a su padre, el rey emérito Juan Carlos I. A sus 56 años, Felipe tiene muchos logros de los cuales enorgullecerse, pero con seguridad, sus hijas están entre lo más preciado.
A primera vista salta la obviedad, ellas aún son adolescentes, Felipe las protege y mima; don Juan Carlos es un hombre mayor, el trato cambia, claro. Sin embargo, hay algo más profundo, además de la diferencia de edades y los papeles que todos ellos juegan en la vida del rey de España.
La relación entre Juan Carlos y Felipe parecía al promedio entre padre e hijo. El periódico El Mundo publicaba el orgullo que le dio al rey ser padre en 1968 del varón que lo heredaría, pero también documenta los primeros roces entre ellos durante la adolescencia del rey actual, como las discusiones entre Juan Carlos y la reina emérita Sofía por las infidelidades de él, en las que el entonces príncipe se ponía de lado de su mamá.
Cómo fue la relación de Felipe de España con su propio padre
Al parecer esta situación determinó el deseo de Felipe de casarse por amor. Y de ahí proviene un grave desencuentro entre padre e hijo: cuando este último se enamoró de la modelo noruega Eva Sannum, a quien tuvo que dejar porque al entonces presidente del gobierno español, José María Aznar, y sobre todo a Juan Carlos les parecía una mujer ‘inadecuada’ para convertirse en reina.
Las diferencias se hicieron más profundas cuando empezó una especie de debacle para la corona española. En 2010, el caso Nóos involucró a la infanta Cristina, hermana de Felipe, y a su esposo, Iñaki Urdangarin, por malversación de fondos y tiene a este último en la cárcel. Siguió la cacería de elefantes en la que participó el rey Juan Carlos en 2012, financiada por el erario español. Ambos factores incidieron en la abdicación del rey en 2014.
Otros escándalos por corrupción por parte de Juan Carlos provocaron que hace unas semanas Felipe renunciara a toda herencia suya, además le retiró la asignación pública que recibía por casi 195 mil euros al año. Esto luego de revelarse que, sin su conocimiento, Felipe aparecía como beneficiario de una donación de 65 millones de euros hecha por Arabia Saudita a Juan Carlos.
Medios como Vanity Fair España han citado a las famosas ‘fuentes cercanas a’ (en este caso el rey emérito) que aseguran que éste se encuentra desconcertado y triste por esta situación. Y cómo no estarlo, parece que la relación padre e hijo está rota definitivamente.
Felipe VI de España: un padre tierno
El contraste es con sus hijas, con quienes Felipe, al lado de Letizia, ha logrado una buena comunicación que se revela en gestos, sonrisas y abrazos en público, a pesar de la educación estricta que la reina les ha dado, como han reportado medios como Vanitatis.
Desde siempre parecería que la infanta Sofía es la niña de mamá y la princesa Leonor, la heredera al trono, es la de papá, y en los últimos años la relación entre estos dos últimos se ha intensificado porque, como Leonor ya tiene agenda activa su relación con su papá es más estrecha. Por ejemplo, en la entrega de los premios Princesa de Asturias 2019, la pequeña buscaba la mirada de su papá o, bien, éste la ayudaba a acomodar los micrófonos a la hora de su discurso.
Aun así, el rey y la reina han buscado equilibrar la vida de sus dos hijas para hacerla lo más normal posible y que Sofía no se sienta relegada por su hermana mayor, por eso pudimos verla sola con su papá en un juego del Real Madrid en el Santiago Bernabéu en 2016.
En esas niñas, Felipe quizá busque aquello que no encontró en su padre desde hace años y que resumió durante su discurso de proclamación en junio de 2014: “La Corona debe velar por la dignidad de la institución, preservar su prestigio y observar una conducta íntegra, honesta y transparente, como corresponde a su función institucional y a su responsabilidad social”.
Es evidente que el ejemplo de padre de Felipe VI de España, lo perfila como un rey protector, tierno y responsable. En su cumpleaños 56, sus hijas son uno de sus mayores regalos y logros.