La actriz Andie MacDowell decidió, desde hace tiempo, dejar al descubierto su gris melena para lucir sus canas al natural, abrazando esta etapa de su vida y sintiéndose más plena que nunca.
Su actual look es muestra de orgullo y aceptación por su edad, ya que jamás se sintió tan hermosa como ahora, a sus 65 años.
Si bien antes ya se le había visto con una melena canosa, fue en el Festival de Cannes de este año donde la portavoz de L'Óreal deslumbró a todos en la alfombra roja, con un elegante vestido negro y su ondulado cabello gris, dejando claro que no le tiene miedo a envejecer.
Incluso, en varias entrevistas, Andie MacDowell ha aceptado que está cansada de tratar de seguirse viendo joven porque eso implica mucho esfuerzo, ya que hace lo suficiente por mantener su figura y que más no puede hacer.
“Quiero ser vieja. Estoy cansada de tratar de ser joven. No quiero ser joven. Fui joven y es mucho esfuerzo. Ya trabajo lo suficiente para mantener mi figura, cuidar mi cuerpo, nutrir mi piel, ejercitar mi cerebro. ¿Que más puedo hacer? No puedo continuar con la farsa”.
Cuando la actriz entró a los 50 años, su carrera comenzó a complicarse un poco, a pesar de ser una de las 50 personas más bellas del mundo en 1991 y 2000, según la revista People.
Esto no le hizo claudicar ni dejarse vencer por los estereotipos de ser una persona mayor, aunque fueran pocas las oportunidades de trabajo al no ser un rostro joven.
Afortunadamente, la coprotagonista de Un halcón está suelto ha roto paradigmas, demostrando que no importa la edad para disfrutar de la vida al máximo.
Su carrera como modelo comenzó a finales de los 70 y hasta 1984 consiguió su primer papel en cine en la película Greystoke: la leyenda de Tarzán. Desde entonces, su fama siguió en ascenso pero fue hasta la década de los años 90 que consiguió reconocimiento internacional por su actuación en distintas comedias, siendo Cuatro bodas y un funeral la más destacada. También, ha sido la imagen de la marca L’Oreal por más de 30 años.