Aprende cómo hacer versátil a este rico y popular postre
En lo personal me encantan los merengues (hechos con clara de huevo y azúcar), pero como no siempre los puedo preparar, los compro en pastelerías y después los “arreglo”. Hay quienes prefieren los blandos, otros los más secos y crujientes por fuera, aunque con el centro suave. Sea como sea, es preciso agradecer la invención a un chef repostero llamado Gasparini, en el pueblo de Meiringen, Suiza, quien los creó siglos atrás para complacer a la hija de un rey europeo.
¿Qué es un coulis?
La palabra la encuentras en muchos menús, en especial de restaurantes franceses y aquellos modernos de cocina fusión. Consiste en una salsa que se hace con la pulpa triturada de una fruta o verdura. Una de fresas o frambuesas se usa mucho para dar el toque final a varios postres. Un coulis de tomate lleva un poco de sal y pimienta. Los de frutas pueden tener algo de limón, para hacer el sabor más intenso, o un toque de almíbar que acentúe la dulzura del fruto.
Pavlova, clásico culinario
Una golosina creada en honor de la bailarina rusa Anna Pávlova. Su base es el merengue con frutas y crema batida. A veces se prepara en forma de pastel, con un exterior crujiente y capas de merengue y frutillas. ¡Delicioso!
Y con helado... ¡mejor!
Una de mis sobremesas favoritas: el exquisito estilo vacherin (como lo llaman en Francia), y se prepara así: coloca en cada plato de postre un merengue suave, pero crujiente en su exterior, cúbrelo con una bola de helado de vainilla, sobre la que debes verter sirope caliente de chocolate y un poco de crema batida; otras veces puedes acompañarlo con fresas o frambuesas. También se puede hacer con merengues grandes y rellenarlos de compota o mermelada de manzana. ¡Las posibilidades son muchas y será un postre que encantará a tus invitados!
TIP: En Meiringen se sigue confeccionando esta delicia en el restaurante-pastelería Tea Room Frutal, donde hay más de 15 variedades.